Escrito por hector luis manchini
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Martes, 31 de Mayo de 2022 12:23 |
No es común que me pasen cosas de interés, a los 75 años el silencio y la soledad son los temas casi únicos en mi vida.
Siempre dije que el juez es el hombre solo, pues entendí que en la resolución de los distintos casos que llegan a conocimiento y decisión de un magistrado, las partes tienen que sentir que el juez que decida sobre el tema que los preocupa debe ser una persona que sin duda respete esencialmente la independencia, para lo cual el aislamiento es sustancial, parece que fuera una condición exagerada mas si apreciamos el asunto objetivamente veremos que esto es así.
Ahora bien, en circunstancias en las que me muevo luego de haberme jubilado y más aun en el interior del interior de la provincia, el precio que se paga es muy duro y sin duda que afecta la vida cotidiana del juez que aun sobrevive y se niega a que la próxima visita sea posiblemente la muerte como ha sucedido con muchos de los compañeros que fueron quedando en el camino y nadie se acordó de ellos cuando la Parca sin pronunciar palabra los llevó a su morada cumpliendo su deber inexorable y perpetuo.
Aquellos que como el suscripto nacieron y crecieron en pueblos lejanos a aquel en que cumplieron su misión con la justicia extrañan intensamente; como dice Berbel, las viejas veredas que guardan los pasos de mi juventud, los perfumes de las plazas, los abrazos con los amigos, las caminatas nocturnas de un tibio suelo al que, tal vez, nunca más volveré. |
Última actualización el Martes, 31 de Mayo de 2022 13:04 |