La declaración de default a la que parece que nos dirigimos inevitablemente, salvo que ante del martes 29/07/2014 nuestros abogados lleguen a un acuerdo con los representantes de los fondos buitres, circunstancia que aparece poco probable por el escaso tiempo que resta y la manifiesta intención del gobierno de no pagar en tiempo y forma, es una determinación gravísima que multiplicará los males que hoy agobian a este desafortunado pueblo en especial en lo que hace al incremento del desempleo, pago de haberes, ausencia de crédito, aumento descontrolado de la inflación y la recesión, en tanto la quiebra nos toma muy mal parados en todo lo que hace a la actividad económica y las finanzas en general.
En la practica se empeorará la calidad de vida del ciudadano que pagará las secuelas del incumplimiento aunque en los hechos será más de lo mismo, más pobreza, enfermedad, carencias varias pero también una magnifica ocasión para la Sra. Presidente Cristina Fernández de apuntar con su dedo acusador a los malvados acreedores que tienen el atrevimiento de querer cobrar sus deudas y al Juez Griessa, representante emblemático del más rancio imperialismo colonialista, como culpables exclusivos y excluyentes de las desgracias económicas, financieras y hasta de seguridad que hoy nos abaten.
En la inmensa deuda pública - tal como ha sucedido hasta hoy aún sin declaración de default - se esconderá sin sutileza alguna los bienes rapiñados ,la riqueza desviada de los fondos públicos a bolsillos privados, las consecuencias del desgobierno, la negligencia y la impericia de funcionarios públicos, lacras que se expanden a lo largo y a lo ancho del territorio patrio.
Así, casi casualmente, el "modelo" se topará con la preciada excusa de su fracaso, una vez más un tercero cargará con las culpas de la incapacidad y la corrupción de malos funcionarios - cualidad que nos destaca en el concierto de las naciones - con el beneficio agregado de servir el default como instrumento idóneo para tapar tanta tropelía, pues una vez mas será verdad que a río revuelto ganancia de pecadores.
En cualquier caso y aún cuando milagrosamente podamos zafar, todo el revuelo producido, este ir y venir incesante de anuncios contradictorios, - se paga, no se paga - , es suficiente para asignarle al repugnante liberalismo internacional la responsabilidad del infortunio del pueblo que tanto entristece a nuestros gobernantes. |