“La autora está muy cansada, no por los recortes que haya sufrido porque volverán a crecerle como el pelo y porque de ellos la compensa el infinito privilegio de integrar la honorable familia de sus compatriotas, sino por compartir el peso de la frustración generalizada” (Desventuras en el País-Jardín-de-Infantes, María Elena Walsh)
En el día de ayer, martes 18 de julio de 2017 en el programa “Los Leuco” que se transmite por TN el abogado Fernando Burlando al ser interrogado acerca del motivo de la postulación de una persona altamente cuestionada con múltiples procesos judiciales como la Dra. Cristina Fernández que contrariamente a lo que se puede pensar por su curriculum no figuraría en los puestos relevantes de las estadísticas políticas, aparece presidiendo las mismas en la provincia de Buenos Aires superando levemente al partido de gobierno que ha realizado trascendentes trabajos de infraestructura sustanciales para una parte del país que siempre fue obviada en este punto por los caudillos políticos locales.
La respuesta del candidato puso de manifiesto un concepto con el que coincido, según el cual “...los argentinos estamos mal”; no puede entenderse como una persona procesada por traición a la Patria, y el saqueo sistemático a su país aparezca en primer lugar en el favoritismo electoral.
¿Cuál es el motivo que determina esta circunstancia? ¿Por qué a pesar de haber superado 12 años donde se introdujo alevosamente la droga entre los estratos más pobres, alentada por el gobierno k, se dejó de lado la cultura del trabajo, como así también la forma de gobierno democrática republicana optando por un absolutismo autoritario que jamás se había experimentado en Argentina?.
Hoy la Dra. Cristina Fernández tiene altas posibilidades de ganar.
Ello es así pues este país que nació al mundo civilizado de la mano de grandes patriotas como Juan Bautista Alberdi, José de San Martín, Manuel Belgrano y Domingo F. Sarmiento desde hace varios quinquenios cayó en manos de mediocres inescrupulosos que violando la Constitución Nacional procuraron ominosamente su propio bienestar en lugar del bienestar general que manda la Ley Suprema en su Preámbulo.
Es una falla del elemento humano, un país se realiza, o se reconstruye con el mejor elemento humano con que pueda contar, con aquél que acredite tiempo invertido en honrar los valores, de enfrentar la realidad con la verdad, asumiendo todos los riesgos, honrando los compromisos rigurosamente, trabajando duro, respetando a Dios y las leyes en cada acción del hacer cotidiano.
A su vez el gran jurista y filósofo Juan Bautista Alberdi advertía “La riqueza no está en el suelo, está en el hombre. Nace del trabajo y deja de existir donde el trabajo falta porque es innecesario. La tierra que da de vivir sin trabajar produce ociosos y haraganes a la par que alimentos espontáneos. La tierra pobre forma hombres ricos, la tierra rica hace hombres pobres. Argentina funda todo su orgullo y su esperanza de grandes destinos en lo fértil de sus suelo y hermosos de su clima. Es su grande error el tomar como ventaja lo que es un escollo. Ella no tiene mayor enemigo que su clima hermoso. La historia muestra que los países son cultivados no según que son fértiles, sino según que son libres, y no son libres sino según son áridos y pobres. El suelo pobre hace al hombre fuerte, porque su pobreza obliga al hombre a ser el hijo de sus esfuerzos y de sus obras.”(Juan Bautista Alberdi, Obras Selectas).
También el periodista Roger Cohen ha puesto de manifiesto en el artículo titulado “No llores por mí, Argentina” publicado por el New York Times que “... la Argentina era -hace un siglo- más rica que Suecia, Francia, Austria, Italia, Japón. Vasta y vacía, con las tierras más fértiles del mundo en la pampa, los inmigrantes europeos creían que el país tenía la potencia de Estados Unidos. (Hoy, el ingreso per capita es un tercio o menos que en Estados Unidos)”… Cohen cita a un politólogo del Amhert Collegue, Javier Corrales, quien explica que “Argentina es un caso único de un país que completó la transición al subdesarrollo”. El periodista, quien escribió la nota desde Ushuaia, Tierra del Fuego, plantea que -en términos psicológicos- la Argentina es “el niño entre las naciones que nunca crecieron”.
La última consideración consignada pone de manifiesto a consideración del suscripto la mejor expresión de nuestros padeceres, somos niños que nos negamos a crecer. Así este pueblo-niño está feliz cuando para su subsistencia y su recreo obtiene los recursos sin mayor esfuerzo aunque las rutas sigan destruidas, los campos inundados, las viviendas ausentes y en suma el desarrollo que pretendemos prepotentemente es un absurdo que nunca llegará sin esfuerzo y trabajo duro.
Por ello como he dicho varias veces debemos crecer para conseguir el futuro de progreso que tanto se anhela para ello debemos dejar de lado a la demagogia barata y dulce regalado, nada será sin la fuerza de nuestros brazos y la inteligencia de nuestros cerebros que incomprensiblemente nos negamos a utilizar en nuestro beneficio entregándonos mansamente a dictadores y tiranos que nos vapulean sin límite ni pudor. |