CFK nunca va a ir presa y la afirmación se basa en dos hechos que la resguardan; a) El Congreso no le sacará los fueros tal como afirma el Senador Pichetto y b) CFK tiene 65 años y al terminar su mandato aunque le hubieran impuesto la pena más alta que prevee el Código Penal tiene la potestad de cumpirla en su domicilio por edad avanzada y así gozará hasta el fin de su vida de lo robado al Estado sin traba que se lo impida.

A pesar de haberse probado que fue la jefa de la banda que saqueó sistemáticamente el país, seguirá gozando de los bienes mal habidos que heredarán sus hijos, aún incluso si se probara que fue quien decidió el asesinato del Fiscal Nisman para lo cual está en primer lugar en la lista de sospechosos según el procesamiento, la decisiva prueba concretada  le otorga todos los números para cuando se resuelva la sentencia de condena.

Es lamentable pero el Congreso es realmente un refugio de corruptos, ladrones y criminales que carecen del patriotismo necesario para despojarse de excusas infantiles, pensar que ganan más de $ 300.000, que superan los 50 colaboradores, que se niegan a dictar una ley de extinción de dominio seria y rápida y no se decida que los fueros sean sólo de opinión, excluyendo el arresto pues este caso sumado al del Senador Carlos Saúl Menem muestra que el Palacio de las Leyes se transforma, con tantos ominosos privilegios,  en segura guarida de delincuentes y hace trizas la democracia republicana pues sus miembros actúan en perjuicio de la Pätria, del pueblo que los eligió como sus mandatarios consagrando la burla a los ciudadanos por cualquier criminal que integre esa corporación encubridora de traidores a la Nación y violadores de la esencia de las instituciones republicanas.

Siento vergüenza de los dichos del Senador Pichetto que prioriza la libertad de senadores y diputados aunque hayan hundido al país con sus delitos, que asumieron los cargos públicos para destruir el Estado, enriquecerse ilimitadamente y general la quiebra de la Nación y la pobreza de sus habitantes.

Si a ello le sumamos  - salvo excepciones - que la justicia durmió mientras el saqueo se llevaba a cabo, podemos afirmar que Argentina ya no es considerada una Nación más en el concierto de los Estados; legisladores, jueces y funcionarios varios la transformaron en un club de amigos que no trabajan por afianzar la justicia y el bienestar general del pueblo como manda la Constitución Nacional sino en sus mezquinos intereses personales sustentando tal actitud en una inmensa impunidad que le garantizan leyes y decretos dictados con ese exclusivo fin.

Queda claro de esta manera del enorme perjuicio que causa el fuero de arresto en la consideración general del país. Si quien encabezó el mayor robo sistemático de nuestra historia queda en libertad por decisión del Congreso y sin mayores explicaciones ello es desaliento terminal para atraer empresas y profesionales de excelencia pues si no se castiga a quienes saquearon la Nación menos lo harán cuando la víctima sean terceros sin padrinos    

Así CFK no irá jamás presa, el pueblo se hundirá en la indigencia y la inversiones nos obviaran ante la ausencia de garantías mínimas de seguridad y transparencia.