No tengo dudas que tanto en la provincia del Neuquén como en todo el país existen una multitud de abogados prestigiosos sin trabajo o al menos sin un trabajo que le proporcione una renta fija segura y relevante cada mes.
Si lo dicho en el párrafo precedente es cierto corresponde buscar el motivo por el cual en el Poder Judicial Neuquino es tan difícil cubrir cualquier vacante que se presenta.
En efecto, el Consejo de la Magistratura en cada llamado se topa con escasos inscriptos y los que se presentan muchas veces no tienen la experiencia ni la ciencia indispensable para ocupar el cargo de que se trate.
En este caso me ocuparé de la Cámara de Apelaciones de todos los Fueros de Zapala, Tribunal que pretende un organismo con tres vocalías de las cuales sólo una está efectivamente ocupada y la otra se encuentra con licencia médica prolongada.
El Consejo de la Magistratura llamó a concurso de uno de los cargos y sólo una postulante se inscribió reuniendo todos los requisitos, circunstancia que determinó que se reabriera la convocatoria que probablemente que corra igual suerte que la primera no obstante que el sueldo que se ofrece es aproximadamente de $35.000, suma nada desdeñable en atención a la carenciada realidad que vivimos.
Entre las causas de esta pandemia de candidatos que brillan por su ausencia he dicho en otras oportunidades que corresponde que el reclamo exceda los ámbitos locales y el concurso se publique no sólo en los diarios de la zona sino también periódicos nacionales como p.ej. La Nación y Clarín. Como dato señalo que cuando en 1980 se reclamaron funcionarios para cubrir las cuatro secretarías vacantes en los dos juzgados de Zapala, el suscripto y sus compañeros tuvieron oportunidad de acceder al llamado a concurso por publicaciones en los diarios mencionados y así las Secretarías fueron ocupadas por abogados de Bolívar, Junín, Bahía Blanca y Buenos Aires.
A su vez la Asociación de Magistrados y Funcionarios sostiene: “Será cada vez más difícil que se presenten a los concursos las personas más idóneas, si saben que estarán expuestas a la decisión discrecional de consejeros que carecen de condiciones para juzgarlos y cuya absoluta inamovilidad les garantiza que no serán removidos aunque cometan las acciones más arbitrarias”.(Ver http://guillermoberto.wordpress.com).
El que firma ha sostenido desde siempre que el Consejo de la Magistratura es un organismo costoso e inadecuado para cumplir el rol asignado (esencialmente designación de funcionarios y jueces).
Estimo que no es apto pues coincidiendo con lo expuesto por la AMMF los miembros del Consejo carecen de las aptitudes para juzgar a los postulantes y costoso pues su funcionamiento implica un inmenso gasto para una provincia que no puede dilapidar los dineros públicos ya que hay necesidades de mayor relevancia que los reclaman como por ejemplo la asistencia integral de las ciudades de Villa la Angostura, Villa Traful y San Martín de Los Andes afectadas por las cenizas del volcán Puyehue.
Obviamente que el sistema anterior a la vigencia del suscripto era insuperable y no costaba un sólo peso. En efecto, vigente en Uruguay desde siempre, consistía en un concurso de antecedentes para los cargos iniciales de la carrera judicial (secretario) y los de mayor jerarquía se cubrían según los méritos de funcionarios y jueces que constaban en el legajo personal de cada uno de los miembros de la justicia neuquina y con tal documentación a la vista, apreciando el desempeño de cada candidato y la opinión del Colegio de Abogados se concretaba la selección que siempre resultó acertada.
Ahora bien, si se decide insistir con el Consejo de la Magistratura como órgano extra poder encargado de la selección de funcionarios y jueces, entiendo que conspira contra la presentación de aspirantes la desconfianza que se ha ganado el Consejo de la Magistratura, en virtud de múltiples decisiones arbitrarias e incomprensible que han afectado a Funcionarios y Magistrados de reconocida solvencia que se han presentado en ellos y fueron literalmente humillados.
Por eso propongo que se modifique la actual composición y para garantizar la transparencia y prestigio del C.M., sus miembros sean designados por la Asociación de Magistrados y Funcionarios, los Colegios de Abogados y el Tribunal Superior de Justicia en conjunto, entre aquellos letrados que por su actuación en la justicia exhiban indudables méritos técnicos, trayectoria y solvencia moral acorde con la trascendente responsabilidad que deberán asumir, publicándose la convocatoria en dos diarios locales y otros dos de circulación nacional. |