En el diario La Nación Online del 16/04/2013, bajo el título "Dos jueces, dos fiscales y ningún allanamiento" el periodista Adrián Ventura destaca: "A raíz de la denuncia del programa de Jorge Lanata sobre los negocios de Lázaro Báez, hay cinco denuncias radicadas ante dos jueces y dos fiscales. Pero no hay ningún allanamiento ni otra medida urgente. Ayer, llamó la atención de algunos jueces y camaristas que ni el juez Sebastián Casanello ni Rodolfo Canicoba Corral hubieran tomado medida alguna. Cuando hay que investigar un delito, lo primero que hay que hacer es secuestrar la prueba. Y eso lo debe hacer aun un juez que no sea competente. Este tema legal es secundario. Lo primero es asegurar la prueba", coincidieron camaristas penales y fiscales. Ayer, en cambio, el escándalo no tenía correlato judicial. Nadie intentaba ver si debajo de las pruebas periodísticas existen pruebas judiciales que, en rigor, sirvan para dar fundamento a una pesquisa."
Además en la misma nota se destaca: "Los expertos señalan que algunas medidas urgentes que debieron tomarse son: Allanar los domicilios de las personas involucradas en la denuncia, en busca de la ruta del dinero: códigos de transferencia, registros electrónicos, anotaciones, mensajes, computadoras, discos rígidos, etcétera. Pasaron tres días desde la denuncia periodística y es muy probable que las pruebas hayan desaparecido y las oficinas de Madero Center estén limpias."
Lo expuesto y el hecho de ser víctima de la actual justicia por circunstancias que no vienen al caso, me llevan a afirmar que aunque la justicia siga siendo "independiente", se desista de la "Democratización de la justicia" o no se sancionen las leyes que pretende el ejecutivo, nada se investigará respecto de los múltiples y graves ilícitos que fueron puestos de manifiesto en el programa de Jorge Lanata del día domingo 14/ 04/2013 en el que estarían involucrados funcionarios públicos de relevancia y amigos y parientes de los mismos pues en Argentina ayer, hoy y siempre los dueños del poder y su afines son impunes.
Graves hechos han sucedido en este desgraciado país y nunca alguna causa judicial culmino desentrañando a los auténticos responsables de los delitos cada vez que en ellos aparecían involucrados personajes trascendentes del gobierno o de la política en general.
Desde el caso AMIA, Once, inundaciones, la explosión, destrucción y muertes de Río Tercero, etc. jamás jueces y fiscales lograron la prueba suficiente para que algunos de los victimarios o delincuentes acabara entre las rejas cumpliendo la larga condena que correspondía de rigor.
Hoy luego de 66 años de vida y demasiados de ellos trabajando en la justicia, me sorprendo al advertir que cada vez que media una condena - siempre leve - respecto de un gobernante, sus amigos, parientes o afines, se apela, y apela hasta que desaparece en el tiempo se torna invisible y los dueños del poder y sus amigos ni se inmutan, quizás una sonrisa burlona, ante los esfuerzos del magistrado valiente e ingenuo, sea el único gesto de quién al principio, en los medios aparecía el indudable autor de tremendas tropelía siempre sobreseidas o archivadas.
Luchar por la democracia, acceder a los gobiernos civiles, no fue determinante para acabar con abuso y los crímenes. De otra forma, con actores sin uniformes manchados de sangre, la justicia tampoco sancionó los delitos que se cometieron por gobernantes en democracia.
En efecto al omitir o dilatar la investigación de crímenes aberrantes cometidos con intención o negligencia la justicia -cada vez que en el delito aparecía involucrado un miembro del poder, pariente o afín, invariablemente fue más lenta y pesada que nunca y los resultados fueron frustrantes.
Por ello esta "Democratización de la justicia" en última instancia en lo que hace a su actuación cuando el poder está comprometido sólo será más de los mismo, esto es los titulares del poder político amigos, parientes y afines seguirán impunes y el hombre de a pie, aquel que carezca de padrino, perderá cada vez que tenga la mala suerte de enfrentarse en un litigio con los dueños de la cosa pública.
La imagen es de Leo Satira? |