Cuando después de luchar seis años y medio contra el sistema, representar a mi hijo incapacitado por la acción de los violentos amigos del poder ya que ningún abogado quiso hacerlo para no enfrentarse con los amos, buscando testigos uno por uno, pagando tomografías y placas, pericias, en la audiencia de control de la acusación, un juez que por regla ignora los seis cuerpos de dura lucha, ya que van absolutamente ignorantes a decidir -por transparencia dicen - desestima mi acusación de lesiones gravísimas con alevosía, porque a Pablo le pegaron sobre seguro ya que estaba indefenso, abriéndoles a los imputados la puerta de la libertad, me sentí un tonto sorprendido en mi buena fe, en un ingenuo obstinado que no quiso rendirse a la evidencia que desde el año 2000 en la provincia de Neuquén y en el país todo, la justicia no existe para el hombre de a pie cuando del otro lado están los amigos, referentes y parientes del poder.
Si hubiera tenido un poco de cordura hubiera ahorrado a mí y a Pablo, tanto trabajo, tantas ninguneadas, tanto dolor, si al fin y al cabo en una justicia parcial donde expresamente se reniega de la verdad y la ley nunca nadie reparará los huesos rotos de Pablo, ni su sufrimiento ni su incapacidad de por vida.
Que mi caso - al que me refiero por última vez - sirva de ejemplo para el que lo quiera tomar no enfrentarse jamás a relaciones del poder, a la justicia parcial, y obviamente al poder clientelar que nos somete, dejar pasar las cosas y tomar la violencia criminal como un hecho que no lo va a reparar la justicia, nunca le devolverán los bienes robados, ni curarán las lesiones padecidas ni tendrán piedad por su hijo muerto, sólo ganará tristeza.
La justicia parcial es pecado, así se ha dicho: “En gran medida este pecado de justicia parcial se deriva directamente del externalismo (en este caso quedar bien con el poder). Personas no regeneradas pasan por alto la justicia, la misericordia y la fidelidad, porque esos rasgos, básicamente, reflejan un corazón transformado por Dios. Sin un corazón nuevo nadie puede lograr 'lo más importante de la ley'.” (John MacArthur)
Anoche en el programa de TV "El expediente", un padre cuyo hijo fue asesinado a patadas y golpes por una patota de hijos del poder hace ocho años y que a lo sumo si llega a una sentencia le darán a los criminales una pena ridícula, en su inmenso sufrimiento tiene a su hijo muerto congelado, para mostrar la heridas de muerte, para que se haga justicia, porque su mente no puede soportar el crimen impune, porque el estrés postraumático lo llevó a cruzar el límite.
Por eso estas líneas quieren además de dejar claro que la justicia sin fundamento, actuada por mediante una ley de forma absurda, en manos de niños soberbios, inexpertos, sometidos al Poder Ejecutivo no es nada, sólo un medio para que hijos del poder hagan unos buenos pesos con esfuerzo mínimo, que no vale la pena perder el tiempo participando en la inmensa mentira que es el Poder Judicial en estos tiempos, que las victimas ahorren crispación y amargura, que encuentren en la fe y la resignación, la paz que su dolor reclama y que un sistema sin instituciones jamás le otorgará menos cuando el poder y sus allegados son los autores, pues estas son batallas que no deben darse. |