Mientras la justicia argentina sobreseía presta a Lázaro Báez e impedía además cualquier investigación a su respecto suspendiendo y sometiendo a juicio político al Dr. Campagnoli, fiscal que se atrevió a hurgar sobre el inexplicable crecimiento económico de un simple empleado de banco que de la noche a la mañana deviene en prospero empresario, la justicia Suiza nos informa que el nombrada giró u$s 22.000.000 desde Panamá a cuentas registradas en el país helvético.

En efecto como se informa en diario Rio Negro del 31 de mayo del 2014, pág. 6, "sociedades relacionadas con la familia Báez depositaron la importante suma que mostraría el modus operandi del lavado de dinero del kirchnerismo, a través de uno de sus empresarios emblemáticos".

Además el Ministerio Público suizo le solicita al juez argentino Sebastián Casanello asistencia judicial para investigar a Báez requiriendo una copia de los documentos esenciales de los procesos promovidos en el país vinculados a la familia de Lázaro Antonio Báez.

Lo expuesto es vergonzoso pues la investigación al poder que aquí se frustra mediante chicanas judiciales, echando a un impecable fiscal y desarticulando su equipo de colaboradores por un lado y por otro se aparta de la causa al afortunado ex empleado bancario cumpliéndose estrictamente la orden de la Procuradora General de la Nación Dra. Gils Carbó, ocultando la mugre bajo la alfombra, jueces y fiscales extranjeros ponen de manifiesto las operaciones non sanctas de Lázaro Báez y su familia sacando a la luz la verdad, supliendo la inacción sometida y cómplice de la justicia autóctona.

En este caso como tantos otros en el afán de proteger a los amos no se duda en encubrir institucionalmente a los responsables del robo que sufrió el patrimonio nacional aún a riesgo que el latrocinio aparezca claro y nítido en la actuación de tribunales suizos - en este caso - que confirman la investigación periodística llevada a cabo en su momento por el periodista Jorge Lanata que señalaba a Lazaro Baez como responsable de la maniobras ilícitas que ahora se ponen de manifiesto-

Que tribunales extranjeros diligentes hagan el trabajo que correspondía a la justicia argentina nos muestra al mundo como un país ausente de independencia judicial, como una republiqueta donde los magistrados se encargan de ocultar las tropelías de toda índole llevadas a cabo por los dueños del poder, circunstancia que - obviamente - ayuda a restar credibilidad institucional a un desafortunado país siempre saqueado por el gobierno de turno.

No hay un fiscal que se encargue de investigar con seriedad el injustificado aumento patrimonial del patrón y sus colaboradores, el auge inexplicable del narcotráfico y la trata de personas, la loca instalación de tragamonedas en todo el país a costa de la salud de la población, del tremendo daño ambiental que genera la explotación petrolera y gasífera sin límites - ayer en Neuquén capital se detectó que el agua corriente domiciliaria contenía hidrocarburos ( Ver Rio Negro 31/05/2014 pág. 25) - porque en este país el poder y sus negociados no visitan tribunales salvo que le suelten la mano.

En suma el quiebre de las instituciones es tan tremendo como el miedo y la miseria del hombre de a pie, la ausencia de autoridad moral abruma y dibuja hacia el futuro un incremento de la desdicha sin remedio.

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