Escrito por hector luis manchini
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Viernes, 29 de Agosto de 2014 16:21 |
Carlos Alberto Martinelli, vecino de la ciudad de Villa La Angostura fue condenado en abril del 2013 a una pena de 4 años y medio como autor responsable del delito de abuso sexual gravemente ultrajante contra la nieta de su pareja por la Cámara en todos los Fueros de San Martín de los Andes por hechos contra la integridad sexual cometidos en perjuicio de la niña de 5 años de edad entre noviembre del 2008 y abril 2009 en el domicilio del victimario, en un fallo dividido.
Así, los jueces Federico Sommer y Mabel Folone habían votado por una condena de 4 años y medio, mientras que la jueza María Julia Barrese había propuesto una condena a 7 años de prisión.
La defensa recurrió el fallo ante el Tribunal de impugnación integrado por los jueces Liliana Deiub, Alejandro Cabral y Richard Trincheri que absolvieron al imputado por el beneficio de la duda sosteniendo entre otros conceptos que la sentencia de condena: “ha forzado la prueba construyendo una validación inexistente del relato de la niña” agregando el juez Cabral que “de la construcción realizada en la sentencia se advierten grietas insubsanables referidas a la credibilidad de la víctima”, considerando además la mala relación entre la madre de la menor con Martinelli y su influencia sobre la niña en contra del imputado. (Ver diario La Angostura digital, del 29/08/2014).
Lo expuesto me lleva a invitar a la máxima prudencia a los jueces encargados de juzgarnos más cuando se discuten delitos tan graves como lo son aquellos que agravian la integridad sexual del otro y en especial cuando la víctima es una niña de corta edad y existe una madre despechada involucrada en la cuestión, ya que los daños que pueden causar a un inocente una condena de abuso, aún cuando en una instancia superior sea absuelto, son irreparables por injustos y estigmatizantes - también para la niña influenciada - apreciando además que si bien los escraches y agravios varios tienen la entidad para convertirse en noticia y publicarse en todos los medios - como ha sucedido en este caso - la sentencia que en definitiva dice de su inocencia es una resolución más, un acto administrativo que acaba olvidada como sucede con todo aquello que es víctima del paso del tiempo. |