Alberdi al destacar la importancia de la justicia en la vida de los ciudadanos decía: : “La propiedad, la vida, el honor, son bienes nominales cuando la justicia es mala. La Ley, la Constitución, el gobierno, son palabras vacías si no se reducen a hechos por la mano del juez que, en última instancia, es quien los hace ser realidad o mentira” (Juan Bautista Alberdi, Obras Selectas).
En la forma republicana de gobierno la justicia es mala cuando los jueces están sometidos a presiones de cualquier tipo tal como sucede en Argentina si apreciamos que en el ranking de independencia judicial que realiza el Foro Económico Mundial que organiza anualmente la cumbre de Davos y que comprende a 148 países, Nueva Zelandia, Finlandia e Irlanda ocupan los tres primeros lugares contabilizando la totalidad de la naciones mientras que entre los países latinoamericanos, Uruguay (25), Chile (27) y Costa Rica (37)son los mejores posicionados mientras que entre los peores se encuentran Argentina (132), Paraguay (146) y Venezuela (148).
Como conclusión del informe, publicado por el diario Infobae el 20/06/14 se concluye afirmando que "La única forma de que el Poder Judicial cumpla su función social es que sea realmente independiente del Gobierno, de las empresas y de los sindicatos, pero no de los ciudadanos. Que los jueces tengan libertad para decidir sin recibir presiones es tan importante como que rindan cuentas de sus actos ante la ciudadanía."
No obstante lo expuesto los gobiernos nacional y provinciales insisten en su acción de someter a la justicia de distinta manera en especial designando a magistrados y fiscales afines a la ideología del modelo, que responden obedientemente a las mandas del poder político, violando sin límite ni rubor lo normado por la Carta Magna al referirse al punto.
En relación a la prescindencia del poder ejecutivo respecto del judicial cuando rige la forma de gobierno republicana se ha dicho " Desde una perspectiva republicana, en cambio, la independencia de la Justicia es la garantía de la imparcialidad del juez, esencia de la función jurisdiccional. El juez debe actuar sin coacción externa y venciendo sus propios prejuicios, otorgando al justiciable lo que en Derecho le corresponde. Es lo que sin duda los ciudadanos esperan del juez: que actúe en forma desinteresada, sin favoritismo ni apasionamientos, adoptando una posición equidistante y ecuánime, garantías que nunca podría ofrecer un juez político. (La politización de la justicia, por Aleardo F. Laría en diario Río Negro on line del 16/09/201)
La falta de independencia del Poder Judicial, tanto en el orden nacional como provincial, desalienta el acceso de los ciudadanos a los tribunales en reclamo de sus derechos y así cuando el hombre de a pie es agraviado por un ilícito - incluso grave -. suele evitarlos en atención a la ausencia de credibilidad y confianza en la parcialidad del departamento de justicia. |