El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación dijo hace instantes que la investigación de Nisman es impunidad. Pienso que ello es la consecuencia del trámite pues según el diccionario de la RAE impunidad significa 'sin recibir el castigo' esto es que la defectuosa instrucción ha logrado que el asesino/a de Nisman quede sin la consiguiente sanción pero la actuación de la justicia en su integridad, de la cual el Dr. Lorenzetti es su máxima autoridad, ha encubierto -según la RAE ocultar para impedir que se sepa la verdad- el crimen por razones políticas para ocultar la realidad de lo ocurrido que podría afectar a las altas esferas del poder.

En un año de negligencias y omisiones la CSJN pudo haber actuado de distintas maneras en el sentido de determinar lo realmente sucedido con el Fiscal más relevante de la Nación por medio de acciones concretas pero se mantuvo al margen, dejó hacer las maniobras tendientes a lograr que al final del cuento no pase nada.

Es símbolo de la justicia que padece el pueblo argentino, un poder que en cada jurisdicción se encarga de ocultar las trapisondas, los crímenes de toda laya que involucre a funcionarios políticos relevantes, impúdicamente, sin ponerse colorados jueces y fiscales de cualquier categoría mienten afirmando o negando lo que aparezca más conveniente para no incriminar a los amos.

Esta actitud de la justicia en general es la que impide que podamos decir con certeza que Argentina es un país democrático y republicano en verdad, es una especie de gran estancia dividida en parcelas, cada una con un caudillo al mando que actúa según su voluntad y que cuenta con la absoluta lealtad del Poder Judicial para que grandes escándalos como Temux o Nisman queden impunes por el aceitado mecanismo de encubrimiento que domina a la justicia argentina a nivel nacional y provincial .

Es firme esperanza que esta incipiente manera republicana ponga punto final a la ominosa forma de administrar justicia indicada y el cambio de elemento humano y de procedimientos nos traiga un sistema que consagre en cada caso la verdad y no una mera solución del conflicto que la oculte.