La república hermana de Brasil nos está dando un ejemplo de justicia independiente, sin subordinación a poder alguno y de tal manera el régimen republicano aparece en todo su esplendor.
Entre nosotros el Señor Presidente de la Nación Mauricio Macri clamó por una justicia independiente, rápida y donde la verdad sea el fin último de la actividad jurisdiccional, virtudes ellas que desde hace largo tiempo están ausentes en nuestro país en especial por la tentación de los titulares del Poder Ejecutivo de instar la designación de magistrados y fiscales que le son fieles generando así un Poder Judicial malo y sumiso.
En relación a la justicia carente de excelencia Alberdi decía: "La propiedad, la vida, el honor, son bienes nominales cuando la justicia es mala. La Ley, la Constitución, el gobierno, son palabras vacías si no se reducen a hechos por la mano del juez que, en última instancia, es quien los hace ser realidad o mentira" (Juan Bautista Alberdi, Obras Selectas).
Cabe apuntar aquí que el tema es de enorme relevancia por el desprestigio de la justicia argentina y que se vio reflejada en el Foro Económico Mundial que organiza anualmente la cumbre de Davos y que comprende a 148 países, y donde Argentina ocupó el puesto 132 en atención a la falta de imparcialidad de los jueces expuesta en sus decisiones, dilaciones y resoluciones alejadas de la verdad.
Como se puso de manifiesto en la asamblea precitada "La única forma de que el Poder Judicial cumpla su función social es que sea realmente independiente del Gobierno, de las empresas y de los sindicatos, pero no de los ciudadanos. Que los jueces tengan libertad para decidir sin recibir presiones es tan importante como que rindan cuentas de sus actos ante el pueblo" (Infobae 20/06/14).
De lo expuesto aparece manifiesto la urgencia de poner manos a la obra en este Departamento del Estado pues es esencial para atraer las inversiones que se requieren urgentemente para iniciar un camino de desarrollo sostenido pues nadie se verá atraído por una Nación donde no se les garantice una justicia imparcial y rápida en caso de conflicto, que sea esclava de la verdad y la ley.
Es sin duda un cambio de paradigma, el juez amigo debe ser reemplazado por el idóneo sin tachas y los casos no podrán concluir con un ligero acuerdo entre defensores y fiscales para resolver el problema ya que la verdad hallada con celeridad en la investigación será la única manera de acabar con los procesos.
Como dije al principio es bueno aprender de países hermanos con vocación republicana seria y donde el juez es quien en última instancia dice lo que es verdad o mentira, dando a cada uno lo suyo, sin presión o condicionamiento alguno apareciendo oportuno destacar que en estos momentos la realidad impone que este asunto se resuelva prioritariamente. |