La forma democrática republicana de gobierno deja de funcionar, agoniza hasta morir, cuando el Poder de los Poderes, esto es el Poder Judicial no cumple su rol de investigar y condenar con independencia, sin sumisiones, con celeridad de manera tal que exista una rápida relación entre la denuncia del ilícito y la sentencia firme pues cuando la decisión se dilata en el tiempo la víctima, y la sociedad toda, -en tanto la justicia lenta aleja la verdad - sufre un perjuicio irreparable, los hechos y las pruebas se diluyen y finalmente el trámite culmina prescrito o muere cajoneado sin pena ni gloria hasta que se lo arroja en algún cesto de papeles, punto final de la decencia.
Lo que nadie advierte es que las diligencias judiciales deben realizarse en el tiempo fijado y así los fiscales buscando la verdad deben ser veloces aunque certeros aportar prueba idónea y los jueces deben decidir apreciando la vinculación entre hechos y prueba según los principios de la lógica, la experiencia y el sentido común y sus resoluciones judiciales deben estar fundadas en la normativa vigente y ser una precisa relación de lo acontecido culminando con una sentencia de certeza apodíctica o irrefutable.
Lamentablemente en este desafortunado país ello no sucede así sino todo lo contrario, la arbitrariedad, el absurdo, la negativa de la verdad que se manifiesta en hechos notorios sucede todos los días e invocando la no intromisión en las acciones de otro poder, el Ejecutivo y el Legislativo, dejan hacer y la oposición en el afán de juntar votos a cualquier precio llevan a cabo por los medios actuaciones efectistas, por ejemplo “Renunciando a los fueros personalmente”, lo cual es una actitud que genera vergüenza ajena pues todos saben al menos los abogados e idóneos que siendo una garantía constitucional el "renunciante" puede arrepentirse en cualquier momento.
Por otro lado ante esta ominosa gestión de la justicia los otros dos poderes se mantienen sin reaccionar cuando saben que es motivo de cese de la justicia la decisión de cualquier juez o fiscal que adhiera a Justicia Legítima por ser un organismo político y ningún juez o fiscal puede adherir a él sin ser dejado sin trabajo rápidamente.(Jueces y Fiscales no pueden actuar en política bajo pena de cese del cargo)
Así, ésta quiere ser una crítica integral, pues si la justicia es indigna y deshonesta ello ocurre porque es así y porque los otros poderes no actúan idóneamente para que ello no ocurra.
En la forma democrática y republicana hay infinidad de maneras para evitar que por el motivo que sea un poder con hombres y mujeres sin honra que intenten destruir la República con sus acciones u omisiones sean desplazados de sus cargos. El corrupto se hace notorio en cada acto, en afirmaciones, en lapsus linguae “Lamentablemente no es un suicidio” (Nisman/Fein)
Lo grave es que si este problema de parcialidad manifiesta k no se soluciona, rápidamente el abismo tan temido está a pasos de esta nota y volveremos a ser gobernados por ladrones y criminales.
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