Del informe de deuda social de la infancia del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA), de la Universidad Católica Argentina (UCA). resulta que "Casi la mitad de los niños argentinos son pobres, un 17,6% tiene déficit alimentario, un 8,5% pasó hambre durante 2017 y uno de cada tres se alimenta en comedores".
De lo expuesto podemos concluir sin miedo a equivocarnos que la enorme pobreza que afecta a la población argentina en especial a los niños y el hambre en que se traduce la situación detallada requiere que el Estado centre su principal preocupación en materia de bienestar de la población en alimentos ricos en proteínas, hidratos de carbono, frutas, verduras, vitaminas de manera tal que no se pierdan en el camino de la vida, esto es que no alcancen llegar a la adolescencia contando con una salud integral que les permita emprender actividades y trabajos de relevancia.
Obviamente esto requiere del gobierno una fuerte inversión dineraria en momentos en que el país, conforme abundante información de los medios, se encuentra quebrado, aumentando día a día de manera astronómica el riesgo país, la caída del MERVAL, la suba del dólar, el incremento de la deuda externa, el desempleo y el aumento de la población que refiere no llegar a fin de mes.
Así afirmo sin duda que el caos económico y social descrito debe ser satisfecho cueste lo que cueste y por ello es vergonzoso que en lugar de atender esta prioridad dediquemos fortunas en el aborto seguro, legal y gratuito que obviamente será pagado por el Estado con un dinero que impedirá cubrir en su integridad el prioritario requerimiento de alimentar a los niños y jóvenes pobres e indigentes que habitan este país además de instrumentar los medios para una debida atención médica y psicológica de la que como hemos visto carecen.
En suma o se cubren necesidades alimentarias y de salud de la población de niños y jóvenes con hambre y sin atención sanitaria integral* o dedicamos ese dinero a solventar los asesinatos que preve el proyecto de aborto seguro, legal y gratuito.
Si elegimos ésta última opción y dejamos desarrollar la pobreza de los párvulos asediados por la hambruna y la enfermedad, obviandola, sin hacernos cargo de su costo habremos resuelto la desaparición de la Nación Argentina en poco tiempo.
Fuentes
* La salud en población urbana desde una mirada multidimensional de la pobreza
Imagen de Argentina: cuatro millones de niños pobres
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