El artículo 14 de la Constitución Nacional prescribe que todos los habitantes de la Nación gozan del derecho a entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino.
Sobre el particular se ha indicado que el derecho de tránsito o locomoción implica la facultad de trasladarse e instalarse cuantas veces se quiera y circular libremente por el país en los ámbitos públicos y si bien existe restricciones al derecho indicado éstas deben ser aplicadas en su caso siguiendo los principios que sobre el particular nos marcan la lógica, la experiencia y el sentido común, y sobre todo la razonabilidad.
En el caso que nos ocupa, esto es el trámite que recibió Abigail Jiménez, la nena de 12 años enferma de cáncer a quien le negaron el ingreso vehicular a la provincia de Santiago del Estero a fines del mes de noviembre de 2020, alegando la autoridad que impedía el ingreso de la familia Jiménez que para hacerlo a la provincia no obstante tener la autorización del intendente, debía poseer una autorización previa del COE, ante tal respuesta el padre tomó a Abigail en sus brazos y cruzó a pie el paso a Santiago del Estero.
Destacando que tal circunstancia fue plasmada por un dibujante que se hace llamar “@malditacomadreja” en una ilustración que refleja el momento justo en que el padre de ingresa a Abigail en brazos a la provincia.
En el diario Infobae 31 de enero de 2021 bajo el título “Murió Abigail Giménez. La niña a la que habían impedido ingresar a Santiago del Estero por el coronavirus” y con fundamento en el relato que hicieron los padres de la menor, la víctima tenía un tumor en la pierna izquierda contra el que luchaba desde hace 5 años. En 2016 la nena fue trasplantada y en el 2019 tuvo una recaída y a partir de ese momento tuvo que hacer quimioterapia que debió suspender porque le hacía muy mal y finalmente luego de una breve mejoría falleció en el día indicado.
Pongo de manifiesto que fue de público y notorio el episodio por los medios de comunicación audiovisuales, se pudo apreciar la certeza de lo expuesto por el padre de la niña al afirmar “no se apiadaron del dolor que estaba sufriendo mi hija”, lamentó el hombre que en un acto de desesperación decidió cargar a su hija en brazos e ingresar, luego de dos horas en la frontera bajo el rayo del sol y de las moscas, caminando, pasando por delante de los policías. Cuando llegó la autorización del COE un familiar los fue a recoger a la ruta y los alcanzó hasta su domicilio.
Así, como afirma María Angélica Gelli en su obra “Constitución de la Nación Argentina. Comentada y Concordada”[1] y conforme lo expresamos más arriba “Las restricciones a transitar en todas las formas señaladas provienen del poder estatal quien está atribuido para reglamentar ese derecho res petando los principios de legalidad, razonabilidad y no discriminación”.
Así podemos afirmar que en este caso la autoridad ejerció el recaudo impuesto por el gobierno de Santiago del Estero de una manera inhumana, ausente de razón, descartando la más mínima posibilidad de actuar una conducta piadosa tal como lo exigía de forma manifiesta las circunstancias del caso.
Obviamente, esto es simplemente un lamento, de bronca y dolor ante provincias que son en verdad feudos gobernados por dictadores que violan el sistema democrático y republicano de gobierno perpetuándose en el poder por años e incluso heredándose entre familiares.
De ésta manera, Argentina no es más que un conjunto de territorios comandados por tiranos sin valores que violan abiertamente la Constitución Nacional y, entre otros, la Convención de los Derechos del Niño, que prioriza la salud y el bienestar de éste por encima de cualquier excusa absurda.
Ésta manera de actuar por parte de los jefes provinciales no son más que un reflejo de lo que sucede a nivel nacional que con gobiernos totalitarios han generado el máximo descredito que ha padecido éste país y transcurrirán sin duda años, para que podamos retomar la senda de la libertad, la división de poderes, la vigencia de todas y cada una de las garantías que obran en la Carta Magna, hasta que desaparezca este autoritarismo que es seguida en este caso por la provincia de Santiago del Estero, cuyos gobernantes, al menos en éste caso, actuaron de una forma despiadada, contrariando la letra y el espíritu de la Ley Fundamental.
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