Un informe reciente del Banco Mundial reveló que cerca de 2 millones de argentinos dejaron de pertenecer el año pasado a la clase media, esto significa que por 1° vez en la historia argentina la clase media es sustancialmente menor que la clase baja, históricamente la clase baja era de alrededor del 15% de la población y hoy es del 50%.
La circunstancia apuntada se traduce en un enorme nivel de desanimo, tristeza en la sociedad y particularmente en el ámbito empresario, este último dato lo encontramos con facilidad apreciando que más de 15 firmas internacionales se han marchado del país.
Las causas que generan esta crisis dramática son entre otras la falta de libertad para girar dividendos en dólares, mal funcionamiento de la justicia, falta de perspectiva a futuro, incertidumbre económica y por último altas indemnizaciones y el poder de los sindicatos.
Los motivos indicados son aquellos considerados como los de mayor trascendencia para desalentar la continuación de empresas relevantes, a eso hay que sumar a febrero del 2021, según la CAME, el cierre en todo el país de 90.700 locales y 41.200 pymes, lo que generó 185.300 trabajadores que perdieron su empleo.
Lo expuesto es solo una muestra de la catástrofe que padece Argentina en lo económico y laboral que se extiende naturalmente a todas las actividades del país que necesitará hombres y mujeres valientes, decididos e inteligentes para normalizar un desastre impensado, volver a la normalidad después del caos. |