Marcos Aguinis nos cuenta que el premio Nobel Federico Leloir expresó refiriéndose al gobierno de Arturo Illia: “la Argentina tuvo una brevísima edad de oro en las artes, las ciencias y la cultura: fue de 1963 a 1966”, cesando el 28/7/1966 a las 7:40h cuando un grupo de cobardes traidores a la Patria, o como le espetó el presidente al jefe del operativo Gral. Julio Alsogaray “…un grupo de insurrectos que actúan como salteadores nocturnos, y como los bandidos aparecen de madrugada para tomar la casa de gobierno”, lo destituyeron de manera brutal por la fuerza de las armas.
Illia comenzó su gestión con un auto, una casa y un deposito bancario, se fue del poder con la casa que le habían regalado amigos y vecinos de a pie y con la cuenta bancaria en blanco.
Entre los relevantes logros de su gestión remarco lo hecho en materia educativa que al tiempo de su partida participó en el presupuesto el 23%, se puso en marcha el plan nacional de alfabetización que en 1965 contaba 12.500 centros de alfabetización y su tarea alcanzaba a 350.000 alumnos de 18 a 85 años.
En su gestión se graduaron de la UBA más de 40.000 alumnos, la cifra más alta en toda la historia de la casa de estudios.
Mientras los corruptos mueren millonarios, Illia, que había renunciado a su jubilación fallece el 18/1/1983 en situación de pobreza, sus últimos días trabajó en la panadería de un amigo, entre sus pertenencias se encontraba un par de zapatos, cero pesos, sin auto, que vendió para el tratamiento del cáncer de su mujer. |