En un programa de tv se ponía de manifiesto que era incomprensible que Argentina a pesar de ser un país pleno de bienes su pueblo está inmerso en la pobreza más extrema.
El interrogante planteado en el párrafo anterior ha sido explicado con maestría por Alberdi, quien preguntándose ¿Por qué Argentina duerme en sueño profundo y yace en oscuridad tan próxima a la indigencia contando con esa tierra que produce la seda, el algodón, que tiene vías navegables y todo bien que se pueda imaginar?
Y tal cuestión tiene por respuesta que ello sucede por falta de capitales, de brazos, de población, de riqueza acumulada.
¿Y quién hace la riqueza?
Aquí Alberdi afirma «La riqueza es hija del trabajo, del capital y de la tierra; y como estas fuerzas, consideradas como instrumentos de producción, no son más que facultades que el hombre pone en ejercicio para crear los medios de satisfacer las necesidades de su naturaleza, la riqueza es obra del hombre, impuesta por el instinto de su conservación y mejora, y obtenida por las facultades que se haya dotado para llenar su destino en el mundo. ¿Y qué exige la riqueza de parte de la ley para producirse y crearse? Lo que Diógenes exigía de Alejandro; que no le haga sombra. Es necesario una entera libertad al uso de las facultades productivas del hombre pues el trabajo libre es el principio vital de la riqueza»
Argentina tiene bienes en cantidad y calidad como ninguna otra Nación pero requiere del trabajo del hombre para transformar esos bienes en riqueza.
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