En este momento del sábado 5/10/22 a las 12 hs estoy mirando en TV la reunión de 5000 a 6000 motoqueros que van llegando al edificio de la Facultad de Derecho de la UBA protestando por la inseguridad que padecen en el tránsito por las distintas calles, avenidas, caminos y rutas donde son blanco fácil de la acción de motochorros que los atacan a balazos, siendo frecuente los robos, asesinatos y agresiones de todo tipo, reclamo que se intensificó a raíz de la muerte, hace solo una semana, de Andrés Blaquier que fue muerto por un individuo que le disparó un tiro en el pecho falleciendo prácticamente en el instante en que se produce el ataque.
Estos atracos vienen sucediendo hace un tiempo prolongado sin que las autoridades encargadas de la seguridad vial adopten medidas rápidas y eficaces para prevenir la ocurrencia de los hechos violentos narrados sucintamente y que quiebran la libertad de circulación de las motos, bicicletas y vehículos similares.
Son demasiadas las muertes, robos y agresiones llegando al hartazgo de aquellos que se movilizan en este tipo de vehículos sea por trabajo, diversión y otras circunstancias comunes en la vida diaria y que hoy dicen basta de la omisión del Estado de cumplir con su rol de brindar seguridad a los ciudadanos en cualquier circunstancia.
La policía y los fiscales son en principio los que deben tomar intervención inmediata para prevenir e impedir la agresión violenta de terceros que permanentemente atacan a los motociclistas causándoles, como ya se dijo, daños graves que llegan hasta la muerte.
Las medidas o las disposiciones de seguridad que se resuelvan en definitiva deben ser razonables para no llegar al absurdo de tener que usar - como hacen los periodistas de Rosario - chalecos antibalas para ejercer su labor cotidiana.
Hay que acabar con las rutas y caminos liberados ya que la seguridad que se reclama está en manos exclusivas del Estado que posee el monopolio de la fuerza que no es ejercida debidamente.
El resguardo debe dejar de ser declamado y poniendo manos a la obra cumplir con el rol que no puede ser obviado por las autoridades ya que el mismo es la obligación prioritaria de cuidar seriamente a los ciudadanos en toda circunstancia.
Imagen de Daniel Rohaly |