En Argentina se roban 48.000 autos por año que se desarman prestamente y los repuestos son vendidos al menudeo y así los cacos obtienen pingües ganancias en especial con las gomas que son birladas con prolija rapidez mientras las carrocerías pasan a descansar sobre tacos y los auxilios obviamente no son olvidados y se sustraen individualmente o con el pack completo dependiendo la opción del tiempo y la manera de acarrearlos.

Últimamente los bienes hurtados van aumentando en su variedad, la sustracción es tan diversa que ayer la televisión mostró el asalto del cochecito de un bebé previo dejar fuera de combate a la madre que lo llevaba pero que poniendo toda la garra consiguió hacer huir al violento de ocasión.

El país se ha convertido en una inmensa zona liberada, esto es un lugar que no es custodiado por ninguna fuerza de seguridad estatal omisión que facilita el ataque continuo a los vecinos que para evitar las entraderas han enrejado sus casas  al punto que para cuidarse se han convertido en presos voluntarios en bunkers caseros con alarmas de todo tipo, llamadas vecinales, escondiendo ingeniosamente los bienes más valiosos enterrándolos y cubriéndolos, intentando disimular su existencia, buscando el ocultamiento procurando burlar al ladrón que se ha  introducido a su hogar no obstante los obstáculos que el ciudadano ha distribuido en cada lugar que le pareció vulnerable.

El gobierno debe tomar conciencia que así no se puede vivir, que la falta de seguridad es el primer motivo que determina el éxodo de miles de nacionales perdiendo cada día el mejor elemento humano.

Es oportuno no olvidar el concepto de Alberdi según el cual la riqueza de los países está en el hombre y no en el suelo, en los bienes materiales, en las bellezas naturales o panorámicas y por ello los países exitosos saben que los estados ricos tienen pueblos pobres y la miseria se desarrolla rápidamente en las naciones que se vacían de su mejor elemento humano, que lo expulsa sin evaluarlo, con desprecio y hasta jactándose de su propia ignorancia.