En el día de ayer, jueves 18 de abril del 2024 los senadores de la Nación me hicieron volver a la escuela primaria General Martín de Güemes de la ciudad de Lanús, provincia de Buenos Aires y la timidez vergonzosa del suscripto y mis compañeros de sexto grado cuando levantábamos las manos para poner de manifiesto nuestro saber o para ir al baño.

Así en el primer supuesto y nuestros conocimientos coincidían con el reclamo de la maestra las manos se ponían de manifiesto bien altas, llegábamos firmes al frente, una amplia sonrisa y una exposición extensa y profunda dejando todo en ese puntual evento y exhibiendo un enorme orgullo por la brillante exposición sustentada en un comportamiento responsable al tiempo del saber.

En el segundo supuesto, cuando con el aula repleta la palabra firme del requerimiento tropezaba una y otra vez, el salón era demasiado grande para escuchar la voz y la mano estaba ausente de firmeza, apenas se notaba, confusa traduciendo una actitud vergonzosa un pedido coincidente con mis deseos acompañada del temor que se convirtiera un papelón.

Al pedir el aumento de sus emolumentos al doble y consagrando el incremento por los mismos legisladores confronta brutalmente con la miseria en que viven sus representados plenos de bolsillos vacíos.