Si mi padre viviera - falleció a raíz de una bronca que se agarró con un radical siendo fiscal de mesa del partido peronista - no podría entenderlo como no lo entiendo yo. La democracia republicana no es para logar un cachito de poder "Si me pones como primer concejal yo te dejo libre el camino a la intendencia", por ejemplo, la Democracia Republicana es para hacer realidad el bienestar general - como dice el preámbulo de la Constitución Nacional, que ya agoniza en el cesto de papeles - como gritaba el gran periodista Osvaldo Ardizzone-.
Así el peronista, del peronismo de mi viejo, era un tipo que creía firmemente en la doctrina que le ilustraban los libros del plan quinquenal, en las viviendas con techo de tejas para los pobres, en los colegios y hospitales con piso de mármol y sábanas limpias, en esa mística que los llevaba a dar la vida por una idea política válida, tan válida como el radicalismo de Illía, que con convicción apostó a la salud, a la educación, a la libertad, al trabajo, y terminó sus días en una casa de Cruz del Eje que le donó el pueblo y que renunció a la jubilación de privilegio, único presidente que lo hizo. Esos eran hombres de Estado, acertados o equivocados tenían coherencia en sus pensamiento y en sus actos y sabían que no se vende ni se alquila la idea y los postulados que constituyen la esencia de cada partido político. Hoy las ideas, los valores, el bienestar del pueblo, la salud, la libertad, la justicia, la seguridad, la educación son sólo promesas de los discursos electorales que jamás se cumplen. A los políticos colectores, todo lo que les importa es el poder ¿para qué? Son mortales viejo. Y la Parca vendrá por ellos en cualquier momento. La Señora de la muerte no acepta beneficios ni cargos ni ventajas partirán dejando para los cuervos la riqueza que no dudaron en atesorar. Son irremediablemente ciegos e insensibles. No ven la pobreza que se acumula en cada toma en cada pibe desnutrido, en cada anciano sin paz. No leen el informe de la UCA donde se destaca que en nuestra desgraciada Patria hay 4.500.000 -de pobres, 1.500.000- de indigentes. Hay tantas cosas que cuestionarles a políticos, sindicalistas, gobernantes de esta maltratada Nación Argentina que sería para escribir una larga historia de varios tomos. Ahora, para demostrar que los ideales ya no forman parte de su patrimonio inventan las colectores, absurdo con la excusa de la amplitud de criterio permite unir en una misma boleta al radicalismo, al peronismo y... a cualquiera si puede llevar un par de votos. En suma se aplaude lo que ayer se silbaba por un par de votos, por una pizca de poder manifiestamente ilegítimo. Como bien se afirma en un artículo de opinión del diario La Nación: “Sólo falta que la góndola de las colectoras diga ‘no te pierdas la promo; votá a la izquierda por derecha’, cosas así”. (diario La Nación Online, “Promesas de la nueva ley electoral2, 23/04/2011, Pablo Mandelevich) |