Decidí pasar unos días en Buenos Aires. La Rural, y mis nostalgias de la niñez cuando sonrientes mis padres me llevaban a pasear por ese centro que representaba el asombro del campo y la última maravilla tecnológica del país y para un niño todo un milagro pleno de garrapiñadas y cosas bellas.
Llegué a la Capi, me acerqué a la casa de mi amigo que me esperaba plantado en un programa del Canal Oficial. Lo invité a la Rural- ¡Con esos turros NUNCA!-, me contestó más que enojado, enfurecido. Se calmó y me dijo: Si querés ir son seis cuadras.
Bueno, respondí, y enfrenté esas seis cuadras con pensamientos confusos, entre mi alegría infantil y el enojo del amigo de toda la vida.
Llegué y me pude escabullir en una de las tribunas mientras pronunciaba un discurso el presidente de la Rural o cargo parecido que decía en la parte que recuerdo:
"El campo ha dejado de ser la mansa vaca lechera para cubrir el costo de las ineficientes políticas equivocadas", señaló y fue interrumpido por el aplauso de la tribuna. Aclarando que él Biolcati, presidente de la Sociedad Rural Argentina, no tenía intenciones de romper el diálogo, aunque deslizó que se trasladaría del Ejecutivo al Parlamento".
Todo expuesto con bronca, con rabia. Decidí irme. Había viajado a mi ciudad de origen a relajarme y esta no era la mejor manera. Mientras lo hacía aplausos rabiosos, el lugar que se despeja, y comenzaba el ingreso a la arena de bellos animales. Vacunos y equinos en lo que me tocó. No sé nada de vacunos pero me atrapó su inmensa belleza, su paz innata. Luego fué el turno de los equinos y en una selección de potrillos espectaculares elegí el número 16. Se lo comenté a mi ladero que interrogó sobre el motivo de mi selección de un ejemplar manifiestamente sin posibilidades y le dije que por su andar, por su paz, por sus ojos fieles, sería mi mejor amigo. Mi cumpa de butacas sonrió. Al final el caballero, me dió la mano por mi atrevida decisión. El 16 fue el ganador.
Recorrí esa maravillosa puesta con espíritu de los buenos días del pasado, compré aquí y allá regalos para mi contención afectiva y volví a la casa de mi amigo, que fanatizado, estaba prendido a 6/7/8, asintiendo tanto lo razonable como lo absurdo, ignorando mi presencia y marché.
Al día siguiente, a media tarde marqué camino al Obelisco. Topé con una multitud con cara desafiante, que se dirigía a un acto de Filmus, retrocedí y me encontré con otra muchedumbre crítica que arengaba por Macri y el PRO.
Confieso que me mareé. Mientras caminaba sin destino, no pude evitar la cara de la gente de la ciudad que me vio nacer, preocupada, como si la vida le costara, ausente de suavidad en su pasar. Inquieto apuré los pasos para alcanzar la casa de mi amigo.
Al llegar Mario, aferrado a su Página 12 cotidiana, me gritaba ¡¡Mirá esta mierda!! ¡¡Esto es una campaña sucia!! subiendo la radio pude oír: "El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) envió a la Cámara en lo Penal Contravencional y de Faltas la denuncia del kirchnerismo por la campaña sucia que se orquestó contra el candidato a jefe de Gobierno Daniel Filmus a través de encuestas truchas y afiches en la vía pública. A través de un falso dato que vinculaba al padre de Filmus con Sergio Schoklender, la campaña tenía como finalidad difamar al senador y restarle votos".
La campaña sucia consistía en una encuesta telefónica en la que se señalaba al padre del candidato, Solomón Filmus, como arquitecto de las construcciones de Schoklender. En realidad, el padre de Filmus no tendría título universitario, trabajó siempre de comerciante y no estaría relacionado en ninguna manera con el gremio de la construcción. La encuesta cerraba con la pregunta: “Ahora que sabe esto, ¿igual lo votaría a Filmus?”.
Mi amigo volvió la cara y desaforado estalló ¡¡¡Son una Maldición!!!, ¡¡¡Vamos Cristina todavía!!! ¡¡¡Néstor del cielo te guía!!!
Llegada la noche mi amigo me dijo:¡Vení que quiero llevarte a un lugar que recuperamos!. Sin ánimo de discutir asentí. ¡¡¡Fuimos a la ESMA!!!, No lo podía creer. Quise darme vuelta y pedir un taxi. Mi amigo me retuvo tomándome el brazo.¡¡¡ Esto fue el infierno, pero gracias a Néstor y a Cristina, las madres y abuelas hoy es un objetivo recuperado!!!
Ingresé a un salón blanco e inmenso con fotografías en la paredes. No tuve tiempo de mirarlas, el espectáculo se iniciaba. Para mi gusto muy bueno. Mil canciones de Cacho Castaña y Sandro entre otros, cantados por un ágil gorrión sexo femenino, me hizo olvidar del mal recuerdo inicial.
Cuando terminó le dije a mi amigo ¡¡¡Buenísimo!!!.
¡¡¡Una cagada!!! me contestó..¡¡¡ Una negrada de cuarta!!!.
- ¿Pero a vos no te gustan tipos del pueblo como Cacho y Sandro?, pregunté tontamente a mi amigo.
- Esos son gronchos de cuarta. A mi dame Vivaldi, Wagner, y en lo nacional ¡¡¡Fito Paez!!! ¡¡¡Que huevos tiene ese tipo!!!
Harto al día siguiente saqué pasajes y volví al sur, al viento, al frío.
En el viaje, lo vivido, el odio entre los contendientes, la triste resignación del pueblo, me hizo acordar a la ira incalificable de 1955, tan niño yo, apenas ocho años y tan profunda la bronca. Unos destruyendo hospitales construidos por la fundación Eva Perón, rompiendo pisos de mármol inidóneos para los humildes, incendiando valiosa ropa de cama de los nosocomios, fusilamientos, secuestrando y violando el cadáver de una mujer, los otros ni olvido ni perdón, por cada uno de nosotros, morirán cinco de ellos, etc. Reflexioné: Los amos del poder en su afán de abarcar sin límites, llevan al pueblo a la guerra entre hermanos. Creía que ya era historia, pero no, es una triste y dura realidad. Espero, por el futuro de los hijos de mi país, tan abusado, que esta insensatez acabe, que alguien con sentido común nos gobierne los próximos cuatro años.
¡¡¡Que Dios nos ayude!!!.
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