Argentina después de 1953 tuvo un tiempo de auténtica democracia republicana. Breve por los depredadores y enemigos de La Patria, pero relevante en su momento y trascendente en esta realidad plena de confusiones, intereses oscuros y ambiciones desatinadas.
Ese tiempo de democracia fue sin duda el gobierno del Dr. Arturo Umberto Ilia, quien como todos los grandes hombres que transitaron el camino de esta Nación, supo del maltrato, el desconocimiento de sus méritos excepcionales, de su calidad de estadista, de su apego a la austeridad y el perfil bajo como así también del desprecio y la burla a una gestión decente, honesta, plena de logros que jamás se alejó del camino del bienestar general que manda el preámbulo de la Constitución Nacional.
En el período 1940-1943 fue vicegobernador de Córdoba. Lo llamaban el Apóstol de los Pobres, por su dedicación a los enfermos sin recursos, viajando a caballo, en sulky, o a pie, para llevar medicamentos que él mismo compraba, se levantaron las restricciones electorales y se promulgaron penalidades a la discriminación y violencia racial.
Unos pasos más adelante, Arturo Frondizi inició en su gobierno una política de explotación petrolera basada en la locación de obras de los yacimientos a empresas privadas, reservando a la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) la actividad de exploración y la compra de la producción a las empresas concesionarias.
Reafirmando la soberanía de la Nación Argentina sobre uno de los recursos energéticos de mayor trascendencia como sin duda lo era y sigue siendo el petróleo, el 15 de noviembre de 1963 Ilia firmó los Decretos 744/63 y 745/63 que anulaban dichos contratos por "vicios de ilegitimidad y ser dañosos a los derechos e intereses de la Nación". Esto lejos de beneficiar al gobierno lo dejaría con mala fama internacional y sumaria nuevas fuerzas, esta vez internacionales y muy poderosas, a la coalición que lo derrocaría.
El 15 de junio de 1964 se publica en el Boletín Oficial la Ley 16.459, del salario mínimo, vital y móvil.
A partir de un estudio realizado por una comisión creada por el Presidente Ilia sobre 300.000 muestras de medicamentos y comprobándose que muchos de ellos no eran fabricados con la fórmula declarada por el laboratorio y su precio excedía en un 1000% al costo de producción se dicta la ley Oñativia que pone coto a tales excesos.
Partidarios, opositores y observadores imparciales coincidieron en que este rigor gubernamental tuvo un peso decisivo en el proceso político que culminara con el derrocamiento del presidente a manos de un golpe.
Es de enorme importancia destacar que durante su gestión de gobierno, la educación tuvo un peso significativo en el Presupuesto Nacional. En el año 1963, su participación era del 12%, en el año 1964, del 17%, en el año 1965, del 23%.
El 5 de noviembre de 1964 se pone en marcha el Plan Nacional de Alfabetización, con el objetivo de disminuir la tasa de analfabetismo que para la época se estimaba en poco más del 10% de la población adulta. En junio de 1965 el programa contaba con doce mil quinientos centros de alfabetización y su tarea alcanzaba a trescientos cincuenta mil alumnos de dieciocho a ochenta y cinco años de edad.
Entre 1963 y 1966 se graduaron de la UBA 40.000 alumnos, la cifra más alta en toda la historia de la casa de estudios.
En materia económica, el gobierno de Arturo Ilia tuvo una política de ordenamiento del sector público, de disminución de la deuda pública y de impulso a la industrialización
La evolución del Producto Bruto Interno durante ese período fue del -2,4% para el año 1963, del 10,3% para el año 1964 y del 9,1% para el año 1965. La evolución del Producto Bruto Industrial fue del -4,1% para el año 1963, del 18,9% para el año 1964 y del 13,8% para el año 1965. La deuda externa disminuyó de 3.400 millones de dólares a 2.600 millones.
El salario real horario creció entre diciembre de 1963 y diciembre de 1964 un 9,6%. La desocupación pasó de 8,8% en 1963 a 5,2% en 1966.
La campaña de desprestigio contra el Presidente Ilia y la democracia, se realizó de manera sistemática, Para ello se recurrió a la imagen de "la tortuga", para caracterizar la gestión del Presidente como timorata y falta de energía. Simultáneamente se resaltaba la personalidad de los militares, especialmente del General Juan Carlos Onganía.
Finalmente para entonces, Estados Unidos, en el marco de la Guerra Fría, ya comenzaba a promover abiertamente la guerra sucia y la instalación de dictaduras militares permanentes en América Latina, impulsadas desde la Escuela de las Américas instalada en Panamá, dentro de la llamada Doctrina de la Seguridad Nacional
El 28 de junio de 1966, en una fría mañana de invierno se produjo el golpe militar en medio de la indiferencia de la ciudadanía.
Existe un amplio consenso en considerar a Ilia un político ejemplar, por su honestidad y personalidad incorruptible. Tuvo una sola casa, sencilla y humilde, que fue el único bien inmueble con que se retiró como Presidente de la Nación, le fue donada por suscripción pública, con ayuda y por voluntad de los vecinos de Cruz del Eje, además de ser el único presidente de Argentina que no aceptó la jubilación de privilegio.
En suma el ejemplo del Dr. Arturo Umberto Ilia es un punto de referencia que deben apreciar y seguir los políticos que en las próximas elecciones disputaran el gobierno en nuestra Patria. Esta sucinta nota pretende ser un llamado a la reflexión sobre la necesidad de resignar posturas autoritarias, soberbias, impropias de la austeridad democrática, asumir con humildad el rol de gobernantes interesados por las necesidades del pueblo y actuar eficazmente en tal sentido. La vida pública y privada del Dr. Ilia puede ser una excelente guía. |