Segunda parte
El pensamiento de Alberdi traduce la esperanza de todo argentino de buena voluntad que aspira a la coincidencia entre las palabras y proyectos con la realidad.-
Que el trabajo duro y el desarrollo sostenido dejen de ser una expresión de buenos deseos para convertirse en hechos concretos a través de acciones adecuadas tendientes a efectivizarlos.
Para lograrlo es imprescindible una base ética y moral que Alberdi identitificaba con la fraternidad de la patria instando a "...amar a nuestros enemigos, a responder a la ofensa con un servicio, considerar al disidente como un hermano".
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Por ello afirmaba que la política futura debería encaminarse firmemente hacia la honradez y la buena fe "...la política clara y simple de los hombres de bien y no la política doble y hábil de los truhanes de categoría".-
Postulaba la necesidad de la intervención del pueblo en la actividad política de manera tal que el destino deseado fuera encabezado por aquellos dirigentes más idóneos, destacados por su honradez y decencia. Exigía un serio compromiso de todos los ciudadanos a los fines de evitar que el poder quedara en manos de pillos o truhanes.-
Así se preguntaba: ¿Pueden ser llamados sensatos los que entregan sus destinos de ciudadanos y de padres de familia a un puñado de pillos? ¿Pueden ser sensatos los que se dejan gobernar por locos y truhanes? Afirmando a continuación "Entre locos que conducen a cuerdos y cuerdos que se dejan conducir por locos, todo el mundo dirá que los locos son los cuerdos y los cuerdos los locos".-
Consideraba indignos a aquellos que se desinteresaban de la cosa pública, de aquellos asuntos que hacían a los intereses más importantes del conjunto social como la familia, la ciudad o la patria, sosteniendo que así se abdicaba de la libertad abandonando las garantías y seguridades que protegen el honor, la dignidad y la fortuna de los individuos.
Sostenía sobre el punto: "La porción del país que por pereza o decoro mal entendido o moderación estúpida, abandona todo eso a los hombres que ella mira como los más despreciables e insensatos da una prueba de ser ella misma más insensata que los locos, menos digna de ser libre que los más viles esclavos".-
Gran importancia otorgaba a la educación para lograr la grandeza de la patria a la que privilegiaba por sobre la instrucción en razón de que la primera tenía a su cargo afianzar los valores como el honor, la honestidad, el recto comportamiento.
Al respecto enseñaba:" El fruto de la instrucción es saber escribir y hablar, el de la educación es tener buena conducta. ...El resultado de la instrucción es el saber, los conocimientos, el de la educación es la rectitud, la lealtad, la moralidad el buen comportamiento".-
Además propiciaba un profundo cambio social, en los ciudadanos, a los fines de lograr realmente los objetivos de la democracia. Particularmente en la manera de pensar, en la noción de gobierno, de la autoridad, la libertad y en el punto de mira del orden social y político.-
Entre sus consideraciones de mayor trascendencia se encuentra aquella que pone de manifiesto que la riqueza de un país no está en el suelo sino en el hombre ya que la misma nace del trabajo y deja de existir donde el trabajo falta porque es innecesario.
En tal sentido expresa: " La tierra que da de vivir sin trabajar produce ociosos y haraganes a la par que alimentos espontáneos. La tierra pobre forma hombre ricos, la tierra rica hace hombres pobres.-..La historia muestra que los países son cultivados no según son fértiles, sino según que son libres, y no son libres sino según son áridos y pobres. El suelo pobre hace al hombre fuerte, porque su pobreza obliga al hombre a ser el hijo de sus esfuerzos y de sus obras".-
Destaca la necesidad de que aquellos que desempeñen empleos públicos sirvan al pueblo, cumplan con su mandato en beneficio del ciudadano, sancionando severamente al que se aprovecha de la función para satisfacer sus propios intereses.-
Al respecto indica: " Aprovechar los empleos públicos para hacer fortuna y ausentarse con esa fortuna a países constituidos para gozar de ella...es la tendencia de los hombre públicos en épocas de ruina y disolución política. En esos hombres ha muerto todo el sentimiento público de patria y de orgullo nacional. Es vergonzoso robar a un país no sólo la fortuna, sino la cooperación y auxilio que se le debe dar para crear garantías que sin pudor se van a mendigar al extranjero".-
Gran elemento de la actividad económica lo constituye para Alberdi la política demográfica tendiente a atraer al territorio nacional pobladores capaces de industria y libertad, auspiciando el más amplio criterio en este punto a los fines de vencer al desierto afirmando que "... un territorio sin pueblo no es un Estado, es el limbo político y sus habitantes son almas errantes en la soledad del desierto".-
Esta inquietud tendiente a alentar positivamente la población se encuentra vigente en especial en el interior y particularmente en la Patagonia que posee una escasa población con asentamientos muy alejados entre si y con importantes problemas de comunicación que se vieron agravados al dejar de funcionar el ferrocarril. Ello puede y debe solucionarse por medio de la legislación que tienda a radicación de emprendimientos productivos generando las condiciones adecuadas para ello.
Sobre lo expuesto remarcaba: “...La ciencia económica,....pudiera resumirse entera en la ciencia de la población, por lo menos ella constituye su principio y fin y es por ello que en América gobernar es poblar.-...Si el salario, es decir el pan, el hogar la vida es lo que lleva la población a un punto con preferencia a otro, la ley puede trasladar de un punto a otro el trabajo que produce el salario”.-
Obstinado defensor de la Constitución Nacional afirmaba que ella contenía todas las normas necesarias para garantizar los derechos y garantías fundamentales a todo aquel que quisiera habitar este suelo t destacaba: “No tengo noticias de que Constitución alguna de ambas Américas, ni de ningún país del mundo, iguale a la argentina en espíritu de hospitalidad y fraternidad hacia el extranjero por cuyo motivo abrigo la firme convicción de que su estabilidad y permanencia dará por resultado en breves años, el aumento y prosperidad de su población en dimensiones colosales".-
Finalmente aparece adecuado concluir esta reseña de las ideas fundamentales de Alberdi con una apreciación referida al camino que restaba y resta recorrer a la república Argentina para ser el gran país tantas veces anunciado.
Al respecto exponía:" Réstanos una grande mitad de nuestra emancipación, la mitad lenta, inmensa, costosa, la emancipación intima que viene del desarrollo inteligente. No nos alucinemos, no la consumaremos nosotros, debemos sembrar para nuestros nietos. Seamos laboriosos con desinterés, leguemos para que nos bendigan. La edad de oro de la república Argentina no ha pasado, está adelante, está en la perfección del orden social. Nuestros padres no la han visto, nuestros hijos la alcanzarán un día a nosotros nos toca abrir la ruta. Tal es la misión presente".-
El último párrafo destaca el valioso tiempo perdido. Pero a pesar de todo el país soñado es posible. Alberdi nos señala el camino. Sigámoslo. Pongamos manos a la obra y saldaremos la deuda.- |