En distintos medios se difundió la amenaza del viceministro de economía Kicilof dirigida al empresario Rocca titular de Techint y que en lo esencial afirma "…que podrían fundirlo por hablar mal de nosotros, pero que no lo llevarían a cabo".

Tal expresión puesta de manifiesto por uno de los funcionarios de gobierno que ha adquirido un poder inusitado en poco tiempo haciendo y deshaciendo lo que se le antoja respecto de los habitantes del país, negando el bienestar general, la libertad que garantiza al pueblo la Constitución Nacional, además de ser insólita, asusta, da miedo.

También provoca miedo la afirmación de la señora Presidenta cuando afirma que hay que temerle a Dios y también a ella.

La misma sensación se puede percibir cuando se procura la renuncia de gobernadores que no son bien vistos por el gobierno por el motivo que sea, tal como ocurre con Peralta, Scioli y Macri utilizando como agentes de presión a miembros de La Campora.

Se podrían mencionar múltiples actos autoritarios similares como por ejemplo utilizar la AFIP para castigar a los que se atreven a opinar de manera distinta a la doctrina del "modelo, a las disposiciones restrictivas para viajar al exterior cortando todos los caminos para obtener moneda extranjera, encerrando a la gente dentro de las fronteras de la Nación tal como sucede en Cuba o Venezuela, expropiando bienes sin respetar los recaudos previstos en la Constitución condicionando el uso y goce de la propiedad privada a la voluntad gubernamental que la prefiere colectiva.

Tantas presiones, tantas limitaciones, tanto impedimento, tanta ausencia de libertad ha convertida a Argentina en un país sometido a la voluntad exclusiva y excluyente de  la Sra. Presidente, su hijo Máximo y aquellos - como Kicilof o Moreno- en un régimen totalitario donde los funcionarios afines gozan de la más absoluta impunidad.

Sin duda causa desánimo que las autoridades utilicen el miedo y la amenaza para imponer medidas estrafalarias, desalentar inversiones, aislarnos del resto del mundo, pues ningún empresario serio va a invertir en el reino de la inseguridad , donde cualquier acuerdo puede dejarse sin efecto a los pocos días de suscribirlo.

En su momento Juan Bautista Alberdi al  tratar la necesidad de poblar los desiertos para alcanzar el desarrollo señalaba la necesidad de que los gobiernos aseguren el bienestar de los habitantes alentándolos en la producción de bienes y servicios sin que se adoptara medida alguna que pudiera hostilizar " Si abrís las puertas y hostilizáis dentro, tendréis prisioneros, no pobladores, cazareis unos pocos incautos pero huirán los demás. ...hoy es harto abundante el mundo en lugares propicios para que nadie quiera encarcelarse por necesidad y mucho menos por gusto". (Juan Bautista Alberdi Obras Selectas).

Quizás una vez más el exilio será la única salida para los más idóneos, para nuestros hijos, con el objeto de lograr la libertad plena, sin restricciones,  que hoy en Argentina es negada  por las trabas, el miedo y la amenaza.

Imagen de Pablo Themes - Perfil - Amasa Critica. CRISTINA FERNANDEZ