En los últimos años la falta de inversiones en emprendimientos que generen trabajo genuino ha derivado en el incremento impúdico del desempleo y así el hombre de a pié no ha tenido otra alternativa que acudir a la humillación del subsidio permanente para satisfacer minimamente las exigencias que hacen a su diario pasar, cubrir las necesidades básicas que demanda brindar a si mismo y a su familia alimento, resguardo y abrigo.
A veces llego a pensar que esta política contraria al desarrollo, al crecimiento natural e integral del país y su gente es llevada a cabo intencionalmente, con el fin de mantener una relevante porción de la población cautiva al tiempo de votar.
En este sentido acabo de leer la editorial del diario la nación On Line del día 09/07/2013 bajo el título "Manipulación de la necesidad" en coincidencia con lo expuesto más arriba que "Una de las herramientas más dañinas, vigente desde hace más de 20 años en la Argentina y ya hoy profundamente enraizada, es el clientelismo prebendario. Su perversidad radica en que implica la manipulación de la necesidad de los más pobres. Se extorsiona a los que menos tienen condicionando la provisión de bienes y servicios públicos al apoyo político-partidario. Así, por ejemplo, los punteros políticos entregan puestos de trabajo, planes sociales, casas, remedios, bolsones de mercadería y otros bienes básicos, que en muchos casos debieran ser de acceso universal, a cambio del compromiso de apoyo, la participación en marchas y las promesas de voto".
Lamentablemente lo expuesto es una práctica habitual en este desafortunado país, llevada a cabo por todos los partidos políticos pero que obviamente se convierte en una grosería por su entidad y la institucionalización de la dádiva al ser ejecutada por los amos y sus dependientes o referentes, en tanto cuentan con medios inagotables para canjear un voto por unas monedas.
Así para mantener el poder, según la perversa concepción de los amos, no es rentable atraer inversiones, alentar la educación que lleve al conocimiento y con ello a la libertad y a la independencia laboral, sin patrones , sin changas en negro ni dependencia del poderoso de turno ya que las elecciones terminan ganándose con dádivas, por un poco de nada que se vuelca sobre la porción más pobre y vulnerable de la sociedad.
Por ello , por mil promesas no cumplidas, por el aumento extremo de la marginalidad y la miseria, porque en la Patagonia el desierto avanza rigurosamente, porque la justicia ha dejado de ser y la seguridad es un concepto ausente de contenido, es imprescindible que con la mira puesta en las generaciones por venir, en nuestros hijos y nietos, esta perversa manipulación de las necesidades de los que menos tienen debe acabar.
Para ello se requiere que los mandatarios, los que sean elegido por el soberano para gobernarnos piensen al país con espíritu de grandeza, con vocación para hacer trascender su aldea, para servir al pueblo y no para servirse del hombre común. del vulnerable.
Aquí vale para cerrar la idea, la mención del último párrafo de la editorial que mencioné según la cual "Necesitamos de aquellos que expresen una auténtica y clara vocación por transformar la realidad. Como sabiamente sostiene el doctor Abel Albino, que lucha contra la desnutrición infantil, cuando nuestros políticos prioricen las próximas generaciones por sobre las próximas elecciones, nuestro país habrá dado un importante paso adelante" |