El poder político de los K se está diluyendo vertiginosamente, la soberbia desaparece de sus actitudes, hay clamor por piedad, sean mansos al tiempo del castigo por la patria robada, por la instalación del juego, los narcos, la trata, degradar al país internamente y destrozarlo en su consideración internacional.
Los ladrones no saben que no se puede robar para siempre, que los bienes y las riquezas se agotan, que deberán pagar por ese delito rigurosamente como cualquier ciudadano que delinque.
Pensaron en la fiesta eterna, pero se acabó, es el fin, las ratas huyen o suplican perdón, que esta vez no va a ser, no puede ser, destrozaron las ilusiones de jóvenes argentinos, los engañaron con monedas por un voto, hundieron la Nación en la humillación y a su pueblo en la miseria, dejaron tierra arrasada.
Sin duda muchos dependientes legisladores, jueces escaparán pero una porción relevante será capturada y a diferencia de lo que hicieron con el hombre común, sin contactos ni compromisos serán juzgados con todas las garantías que fiscales y jueces dependientes no respetaron a los ciudadanos de a pie.
Los altivos amos de la libertad y la vida de los inocentes se dan cuenta que la fama, el poder es puro cuento, que andando mal y sin vento, todo, todo se acabó. |