Para que en los hechos funcione la democracia republicana realizando la división e independencia de poderes, se requiere sustancialmente que los mecanismos de control y de sanción de la irresponsabilidad no sean meras formalidades sino instrumentos activos y eficaces que no permitan jamás la intromisión de un poder en otro, ceder a cualquier tipo de presión, la sumisión, algún tipo de dependencia y la sanción política, penal y civil para el caso que alguien se salga de la senda e incumpla el poder que le otorgó el pueblo.
La inobservancia de este sistema de controles y responsabilidades que supone la democracia republicana, ha generado la absoluta impunidad que gozan por delitos cometidos en sus cargos, funcionarios de cualquiera de los tres poderes, políticos y amigotes de ellos, circunstancia que ha llevado al país a la ruina más estrepitosa, ha empobrecido hasta el colmo a sus habitantes, ha hecho desaparecer la Nación como Estado en el mundo civilizado.
El robo, el incumplimiento de obligaciones contraídas, la falta una y mil veces de la palabra dada, la ausencia absoluta de justicia, ya que sólo existe como tal la voluntad del dueño del poder que siempre prioriza su beneficio personal por sobre el bienestar general, ha llevado al país más rico de la tierra a la pobreza sin alternativas.
El trabajo, la salud y la educación son bienes perdidos, dilapidados como las joyas de la corona.
Fábricas abandonadas, hospitales cerrados, escuelas sin alumnos o con planes del siglo pasado, vacíos de contenido, ajenos al conocimiento más moderno decisión que nos ha condenado a la ignorancia perpetua y consecuentemente a la esclavitud y la dependencia.
No se enseña a trabajar los jóvenes, se les da unas monedas para el juego o las droga y con burros van haciendo la manada clientelar que utilizan impúdicamente en cada elección.
Estamos en el país de "No me acuerdo" como decía María Elena donde "...doy dos pasitos y me pierdo" ya que no encuentro el camino que me lleve a la cordura, a ganarme el pan con mi propias manos, a dejar de ser un mendigo.
Así humillando al hombre de a pie, sometiendolo con dádivas del amo,se ha convertido a un pueblo fuerte y valiente en un piño de ovejas cobardes y sometidas y por ello los que nos han llevado a esta indigna situación se burlan en nuestras caras, no pagan la fiesta, disfrutan el dinero lo mal habido en el extranjero dejando tras de si tierra arrasada.
En definitiva como dije al principio, hasta que los que han causado y causan tanto daño a este pueblo noble, reciban el castigo adecuado por sus tropelías, sin peros ni excepciones, esto es que fiscales y jueces honestos sentencien un futuro de prisión y fuertes rejas para funcionarios, gobernantes y amigotes del poder que se enriquecieron con el latrocinio, la Democracia Republicana no será en esta Argentina Nación. |