Hace unos días los medios pusieron de manifiesto el aumento en un 70% de la explotación no convencional de gas y petróleo en la provincia del Neuquén. Tal anuncio fue tomado por la Iglesia neuquina y así bajo el título "La Iglesia teme a la explotación por fracking” en el diario Rio Negro On Line del 08/03/2014 el obispo de Neuquén, Virginio Bressanelli, y el párroco de Centenario, Rubén Capitanio, presentaron una cartilla que distribuirán en la comunidad con el objetivo de crear conciencia sobre el cuidado del ambiente ante el desarrollo de la industria hidrocarburífera en la Cuenca Neuquina. Bressanelli aclaró en una conferencia de prensa que no están tomando una postura de oposición al gobierno en esta cuestión, pero si no hacen lo que les compete estarían "traicionando al pueblo": "Para nosotros el cuidado del medio ambiente es parte del cuidado de la vida y la vida es fundamental. Así como cuidamos la vida de las personas tenemos que cuidar la vida del ambiente que es la casa de todos".

Sin duda que Vaca Muerta constituye un bien apetecido por las petroleras que rapiñando sin cuidado por el medio ambiente y la vida de los habitantes del castigado interior neuquino harán un jugoso negocio del que todos los involucrados obtendrán una importante tajada a cualquier costo.

Ya la extracción convencional del petróleo y el gas provocan en suelo Neuquino una relevante contaminación, así los conferencistas señalaron que según los datos de la secretaría de Ambiente en la provincia hay 10.000 pozos petroleros 3.000 contaminan y por ello no resulta creíble la afirmación del gobierno que con el fracking no hay riesgo sosteniendo el Sr. obispo que "...existe un 'temor' a las técnicas que se utilizan en la extracción no convencional y que no es solo en Argentina, sino también en otros países. "Cuando eso hace ruido, significa que hay que ponerle una atención especial, significa que algo puede haber que no funciona bien".

El temor de la iglesia neuquina es más que fundado, en aquellos lugares donde se utiliza este método no convencional de extracción de gas y petróleo existe una gran alarma sobre el peligro medioambiental derivado de esta técnica, pues además de un enorme consumo de agua, es habitual que junto con la arena se incluyan multitud de compuestos químicos, cuya finalidad es favorecer la fisuración o incluso la disolución de la roca, y que podrían contaminar tanto el terreno como los acuíferos subterráneos.

La realidad de contaminación del terreno como los acuíferos está determinada por las sustancias químicas utilizadas en el proceso destacándose que las principales repercusiones posibles son la emisión a la atmósfera de contaminantes, la contaminación de aguas subterráneas debido a la fuga de fluidos de fracturación y por el vertido incontrolado de aguas residuales al exterior.

Los fluidos de fracturación pueden contener sustancias peligrosas y su reflujo metales pesados y materiales radiactivos procedentes del subsuelo

Las experiencias obtenidas en los Estados Unidos muestran numerosos accidentes que pueden dañar el medio ambiente y la salud humana. Muchos de estos accidentes se deben a una manipulación incorrecta del equipo o a fugas de éste. Por otra parte, cerca de los pozos de gas se ha registrado contaminación de aguas subterráneas con metano, así como con cloruro de potasio, que provoca la salinización del agua potable. (Ver Google, Wilkipedia libre, fracking)

Sobre el particular un informe emitido en junio de 2011 por la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo, concluye que con la fracturación hidráulica se produce una «emisión de contaminantes a la atmósfera, contaminación de las aguas subterráneas debido a caudales de fluidos o gases provocados por escapes o vertidos, fugas de líquidos de fracturación y descargas no controladas de aguas residuales, así como la utilización de más de 600 productos químicos para liberar el gas natural».

Por lo dicho la preocupación de la Iglesia de Neuquén aparece justa y oportuna, es un llamado de atención que pone el acento sobre la necesidad de que la explotación por fracking se realice con prudencia cuidando no afectar la vida hombre y del ambiente que es la casa de todos.