Un país que no tiene la capacidad para construir por intermedio de su gobierno un presente razonable, que posee 10.000.000 de personas por debajo de la línea de pobreza, sin trabajo genuino producto de la inversión privada, ausente de educación, salud y seguridad, cuyo pueblo vive pleno de temor por la violencia, por la proliferación del narcotráfico, de la corrupción, de la trata de personas, esto es sin bases para pensar en un futuro auspicioso, reniega de hacer frente a tamaños problemas que traban su crecimiento y obstinadamente se ata a trágicos aconteceres del pasado y los transforma en fantasmas siempre presentes, que nunca se olvidan, que han sido deformados en su significación llegándose a convertir un día de reflexión sobre la atrocidad de la violencia insensata en un feriado que genera un fin de semana largo en el cual aquellos privilegiados que cuentan con capacidad de ahorro lo utilizan para convertir un tiempo de tragedia en unas relajantes mini vacaciones.
No conozco otro lugar en el mundo que ·conmemore" un golpe de estado convirtiéndolo en una jornada para el esparcimiento y recreación como tampoco para hacer marchas por derechos humanos que cada día se alejan más del hombre común que no consigue trabajo para alimentar a sus hijos, que gastando zapatos en ese asunto lo asaltan un par de vagos que no sólo le roban lo poco que tiene sino que lo golpean salvajemente si tiene la suerte que no lo maten porque sí en un país desafortunado donde la vida no vale nada.
No tengo dudas que gran parte de las desventuras de los argentinos comunes, que pretenden seguridad, paz, pan y trabajo se sustentan en un grupo de individuos que invocando derechos humanos que manifiestamente son negados al pueblo que clama por el bienestar general que manda la Constitución Nacional, se ocupan en hacernos vivir en la oscuridad de las secuelas de la ultima dictadura militar, que si bien hay que tenerla presente para que no suceda nunca más, no puede ser un lastre, un pretexto para esconder las miserias a que nos ha llevado un modelo de confrontación que dejó de lado su deber de resolver las infinitas carencias de la gente para ocuparse exclusivamente de incrementar las cuantiosas fortunas personales de sus líderes.
Un país en ruinas no puede darse el lujo de dejar de trabajar un sólo día intentando su recuperación, la tragedia está en el pasado, es historia respecto de la cual debemos reflexionar objetivamente para que no vuelva a suceder pero es un dislate tanto el jolgorio del fin de semana largo, como la obstinación de hacer vivir en el pasado a un pueblo que debe poner todo su esfuerzo en construir un presente de trabajo y bienestar para lograr en un futuro inmediato volver a ser reconocidos en el concierto de las naciones. |