Cualquier propuesta política con posibilidades en la próximas elecciones debe sustentar en su plataforma el rechazo a cualquier pacto de impunidad con los responsables de este presente de mentiras y miseria sin futuro que padecemos los argentinos, la plena vigencia de la democracia republicana, la realización de los objetivos, derechos y garantías de la Constitución Nacional, el retorno de los valores, de la ética al ejercicio de la función pública y como elemento relevante alejarse del personalismo absolutista que ha mediado hasta el presente y que nos ha llevado de tropiezo en tropiezo hasta esta lamentable realidad de atraso y corrupción que los ciudadanos de este noble país no nos merecemos.

Coincidiendo con lo expuesto en una excelente nota de Eduardo Fidanza titulada "Una aspiración a la razonabilidad" (publicada en La Nación online del 26/04/2014) el autor dice" ... es vital para la democracia una aspiración a la racionalidad republicana que alguna vez deberá convencer sobre su eficacia. En rigor, se trata de una meta que comparten peronistas moderados con socialdemócratas y centristas lúcidos, empresarios responsables y sindicalistas probos. Es la cultura que pugna por sobreponerse a la corrupción, el delito, la incertidumbre económica y la pobreza que castigan a los argentinos"(La Nación On Line del 26/04/2014).

En suma los partidos políticos deben proponer y hacer realidad un camino razonable con manifiesta intención de hacer verdad el bienestar general que manda el preámbulo de la Constitución Nacional.

No es sólo algo distinto lo que se pretende sino una propuesta seria y coherente que habrá de analizarse en el prolongado tiempo que falta hasta las próximas elecciones y mostrar sus méritos en ese lapso.

En suma se clama por una propuesta superadora con sustento ético, que deje de ser más de lo mismo y aparezca como una pizca de esperanza.