Los gobiernos civiles que sucedieron a la dictadura militar no cumplieron con el mandato popular de acabar con la violación de los derechos y garantía constitucionales, de institucionalizar el país, cumplir rigurosamente con la consagración de la democracia republicana, la división e independencia de poderes, la igualdad, la generación de trabajo genuino, de otorgar los beneficios de la libertad, salud, educación, seguridad, desarrollar la riqueza en beneficio de todos, hacer realidad la idoneidad como requisito exclusivo y excluyendo para acceder a los empleos públicos llevar al país al lugar de privilegio que merecía en el concierto de las naciones.

Por el contrario el mandato popular celebrado al tiempo del sufragio fue continuamente vulnerado, la democracia republicana hoy es un sistema clientelar donde todo el poder se reúne en manos de una sola persona que reúne la suma del poder público en tanto leyes y sentencias se dictan según la omnímoda voluntad de quien ejerce el Poder Ejecutivo sin que a nadie se le ocurra sacar los pies del plato y si aparece algún rebelde es inmediatamente marginado del sistema, excluido, por renegado, por tener el atrevimiento de contrariar la voluntad del amo, de apartarse de la manada.

¿Y el pueblo, el hombre de a pie? El hombre común es tenido en cuenta en el único momento que es útil para el dueño del poder, esto es las elecciones, y luego las mil promesas de bienestar del tiempo del voto son arrojadas al cesto de papeles, mentiras expuestas sin vergüenza ni pudor, falsedades habituales en la boca de los políticos que dibujan castillos de arena al borde del mar y que son deshechos una y otra vez por el orden natural de estafadores de la ilusión popular.

Así el hombre común ya no tiene esperanzas, se conforma con que no lo maten en la próxima entradera, que al llegar a casa su familia esté con vida si ese día le tocó el robo brutal, que los zapatos le aguanten hasta conseguir una changa, que el tren que lo lleva y trae a su hogar no acabe en alguna tragedia, que Dios lo ayude.