Es de publico y notorio conocimiento que los argentinos a raíz de medidas de gobierno contrarias al logro del bienestar general estamos atravesando un difícil momento donde la inseguridad, la ausencia de justicia, el desempleo, la inflación, la falta de debida atención a la salud y a la educación han convertido la vida diaria del hombre común en un calvario sin fin, donde el hambre y la miseria se extienden de manera arrolladora y sin que el gobierno intente llevar a la práctica medida alguna para resolver o atenuar el sufrimiento del pueblo sino que por el contrario en un despilfarro inexplicable del dinero público se destina a intensificar la propaganda del modelo en todos los medios y decidiendo medidas que no coinciden con el presente de carencias como el show costosísimo que se armó con la excusa de conmemorar el 25 de mayo.
Pero además de la gente llevada en colectivos desde los puntos más distantes del pais para hacer número, banderas del Che Guevara, La Cámpora, de la agrupación afín a Milagros Salas, transformaron la celebración del Día de la Patria en un acto político partidario costeado con fondos de todos los argentinos, actuación reprochable más aún cuando la fábricas están suspendiendo y despidiendo gente, otros lugares de trabajo se cierran y el crimen, la droga y el juego acaban con la dignidad y la vida de los ciudadanos.
Como si lo expuesto no fuera suficiente para poner de manifiesto un régimen que se ha alejado de la realidad, que lucra con la corrupción, reniega de las conductas ejemplares, convierte a la justicia en un departamento más del poder ejecutivo, se llega a realizar afirmaciones difícil de entender atento los resultados de una gestión que nos ha llevado a una ruina material y moral indescriptible..
En efecto en el acto del 25 de mayo la Sra. Presidenta comparó su acción y la de su extinto esposo con Jesucristo diciendo "En esa cena de Pascua, Jesucristo decidió apartarse de ritos ancestrales y así resuelve lavarle los pies a los discípulos para expresar la vocación de servicio, la vocación de humildad, la necesidad de servir a los excluídos, a los pobres,. Se atrevió a cambiar las reglas preestablecidas y eso es lo que nosotros hemos hecho en estos años". (Ver "Cambiamos las reglas, como Jesucristo", en diario Río Negro del 26/05/2014.
Es cierto que el kirchnerismo cambió las reglas, cambió la democracia republicana por un sistema clientelar donde el titular del ejecutivo ejerce la suma del poder público, estableciendo un régimen soberbio, autocrático, de hambre y miseria para el hombre común, además se viola el segundo mandamiento cuando se pronuncia el nombre de Jesucristo en vano: «No tomarás en falso el nombre del Señor tu Dios» (Ex 20, 7; Dt 5, 11). |