Con fecha 26/07/2014, el presidente de la Sociedad Rural Argentina Luis Miguel Etchevere en el discurso inaugural de la muestra dijo entre otros conceptos que "Solo en concepto de retenciones a los granos, el gobierno recaudó 76.000 millones de dólares en diez años. Se llenaron los bolsillos y recaudaron como nunca. Ningún gobierno, desde el retorno de la democracia, tuvo tanto poder y tanto dinero. Y sin embargo no solucionó ningún problema de fondo".(La Nación On Line)
Realmente duele confirmar los extraordinarios ingresos que tuvo el país en el período Kirchnerista y el mal uso que se hizo de tales recursos a tal punto que no sólo no se invirtió un sólo dólar en fábricas, escuelas u hospitales nuevos sino que no se llevó a cabo el mantenimiento de la infraestructura que el gobierno recibió al acceder al cargo lo que determina que hoy nos encontremos con caminos destruidos, viviendas ausentes, pobreza extrema que avergüenza y habla pésimo de los funcionarios que en 500 días dejarán el poder.
Así uno no puede dejar de preguntarse que se hizo con la renta que generosamente debió ingresar al tesoro nacional y traducirse en obras multiplicadoras de empleo, de desarrollo, de bienestar general, y la respuesta es obvia con sólo mirar los bienes que ostentan los dirigentes de la clase política que tuvo en sus manos el comando del país en los últimos diez años, esto es se ha dilapidado con irresponsabilidad adolescente y nos han robado sin rubor ni impunidad.
La realidad nos llega por programas de televisión como "Esta es mi villa" conducido por Sergio Bazán, que cada sábado por TN nos exhibe la manera en que sobrevive la que hasta el comienzo de la "década depredada" integraba la orgullosa y pujante clase media de un país rico, empobrecido por gobernantes a los que el pueblo le confió su soberanía para llevarlo al progreso y en su lugar violaron el mandato, incrementando sus patrimonios sin límite alguno. apropiándose ilegalmente del dinero que ingresaba como nunca al país y que terminaba en sus bolsillos obviando al ciudadano de a pie que acabó marginado con todas las carencias imaginables.
A tal punto que ya para la gente que desborda las tomas y villas es natural no tener baño en sus casas de cartón y nylon o que se tenga que acudir a la televisión para clamar por una cirugía de litiasis renal ya que en los hospitales públicos no hay cama ni medios disponibles.
Tristeza, dolor y vergüenza ajena, pues no se puede asumir el honor de ejercer el gobierno de un país rico con un pueblo culto para transformarlo en diez años en puro desierto con gente que vive en la ignorancia, la miseria y la enfermedad, cuando sobraban recursos que fueron malversados sin dudar, dolosamente, con una impunidad que necesariamente al fin del mandato dejará de ser.
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