Argentina enfrenta sin duda uno de los momentos más difíciles para consolidar una democracia republicana, que quiere ser desde el fin de la dictadura militar y que en lugar de progresar en tal sentido paulatinamente retrocede mostrando en las clases dirigentes una deficitaria vocación republicana a la vez que en la sociedad se advierten datos contrarios al bienestar general de la población como es la desnutrición de los niños que acuden a comedores escolares y el desempleo masivo que se expande con una celeridad inusitada a la luz de malas decisiones económicas y financieras que nos llevó al default tan temido.
En relación a las falencias de la clase dirigente, de los representantes del pueblo soberano, hoy es noticia en todos los medios que los senadores no sólo cobran una dieta relevante de $ 58.000 que no se corresponde con un número de sesiones que justifique ese emolumento ya que no pasaron de 6 en lo que va del año, sino que además se aumentó el tiempo de vacaciones percibiendo un plus en pasajes de avión, u otro medio sin contar que también dispone cada uno de ellos un automóvil último modelo, con chofer y de uso discrecional.
Lo que resulta vergonzante y sorprendente es que en razón que los señores legisladores en su gran mayoría eligen el automóvil con chofer para viajar a sus lugar de origen, ya sea a Viedma, Neuquén o Posadas, los 20 tickets en avión y los diez en autobús son vendidos por sus beneficiarios, con lo que obtienen un ilegal plus de $20.000 aproximadamente, que es indebido pues ese no es el destino para el que se lo otorgaron.
Como frutilla del postre se agrega que los legisladores han empleado a sus familiares como dependientes de la Cámara con sueldos superiores a los $ 30.000.-
Ahora bien este festival de ingresos cuestionables y de nepotismo manifiesto, se contrapone a situaciones que nunca son contempladas en las normas que deberían dictarse en el Palacio de las Leyes, como lo son, sin duda, fijar una suma digna con destino a los comedores escolares que supere ampliamente los ominosos $ 3,00 por alumno que hoy reciben los colegios y que le garantizan un futuro de fracaso e ignorancia, que se establezca una Asignación Universal por Alimento Digna que comprenda a todos los niños del país.
También sería bueno que el Congreso se ocupara de crear condiciones de inversión, de instalación de empresas que generen empleo genuino, deteniendo la ola de despidos y suspensiones que está creando un país donde el trabajo será un acontecimiento histórico, en tanto se suceden las generaciones que no trabajan y que no han visto laborar a sus padres y abuelos.
En suma se clama a los legisladores por un lado, una conducta arreglada al esfuerzo y al manejo prudente de los recursos puestos a su disposición para un mejor cumplimiento del mandato otorgado por el pueblo y por otro que sancionen un par de leyes imprescindibles para contar con elemento humano apto para desarrollar el país y generar condiciones labores en una Nación que, por negligencia y desgobierno, se nos está escapando de las manos
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