En el diario Rio Negro del 4 de Setiembre de 2014 pag.19, la escritora Gladys Seppi Fernández en un artículo titulado “Argentina, ¿Un país de buena gente?” reproduce parcialmente una editorial de la semana pasada del diario francés "Le Monde" en el cual describiendo el gradual descenso al infierno de Argentina señala: “El clientelismo estructural, la fuerte injerencia del Estado en el ámbito privado y el poco respeto de los derechos de propiedad hoy despuntan en la Argentina. La negación de la realidad y un carácter suicida existente en estos momentos desvinculan a este país de la realidad y el mundo”.
El concepto puesto de manifiesto precedentemente describe sintéticamente la desatinada situación que le toca a esta nación desafortunada gobernada por funcionarios nacionales y provinciales malos o mediocres, que no están a la altura de las circunstancias, que viven y deciden medidas que no se corresponden con una realidad de miseria, ignorancia y desempleo, plena de inflación, estancamiento y atraso, diciendo de cuidar lo que se ha ganado cuando en verdad se ha perdido todo y lo que queda se encuentra hecho jirones, son despojos de un país que supo del bienestar general, del desarrollo y la riqueza, hoy absolutamente ausentes.
El irritante clientelismo que lleva a un nepotismo único en el mundo con legisladores, administradores y jueces que pagan favores llenando los poderes del Estado con familiares, amigos, punteros, absolutamente ineptos que coinciden en el objetivo común de rapiñar, de dejar tierra arrasada, convierten a Argentina en un país con funcionarios públicos extremamente ricos y un pueblo extremadamente pobre.
Los funcionarios han obviado desde el inicio la responsabilidad que le cabía con el pueblo soberano, y así cada norma desde la ley de hidrocarburos, la de pago de la deuda externa, la de abastecimiento o la que sea, son negociadas procurando cada administrador, cada legislador y al tiempo de su ejecución cada juez, el mayor beneficio personal posible sin que importen, como sucede en los ejemplos dados, daños ambientales por la mala praxis en la manipulación de los recursos de gas y petróleo, comprometer de por vida a generaciones de argentinos por una ley absurda que deja por escrito el desacato a una sentencia judicial firme y olvidándose de la Constitución nacional arrasan con la propiedad privada dejándola a merced de burócratas necios.
Nos han colocado en las antípodas del mundo y si para muestra basta un botón, el Protocolo aprobado con Irán además de ser ominoso da pie a situaciones lamentables, como la foto que aparece hoy en todos los medios donde puede observarse,en una manifestación en Gaza a las Brigadas de Abu Ali Mustafa, uno de los tantos brazos armados de la resistencia terrorista palestina, mostrando orgullosos tres fotografías juntas: la del líder de Hezbollah en el Líbano, Hassan Nasrallah, una de la Presidente Cristina Kirchner y otra del fallecido mandatario venezolano Hugo Chávez (Ver infobae.com del 04/09/2014).
Aunque se culpe a los buitres de la publicación, el gobierno Argentino ha dado motivos para la difusión de un documento tan poco feliz para un país en quiebra, que requiere de toda la ayuda posible de empresas, organismos y gobiernos que buscan lugares de paz y seguridad para invertir, sitios que no se corresponden con la fotografía de una presidente que apoyaría a un sector terrorista, dato que no es más que una muestra de la negación de la realidad y el carácter suicida existente en estos momentos en la Argentina que nos desvinculan de la realidad según la editorial de "Le Monde" precitada.
imagen de infobae.com.a
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