Llegué a Neuquén en 1980, me asenté con mi familia en Zapala donde en ese año se inauguraron con fondos de la deuda externa, en la capital del viento, mil casas ubicadas en los barrios Nordestrom, 510 y 280 viviendas, fue el último plan en este pueblo, luego nunca más.
También en esos años se concluyó financiado por fondos análogos la ruta a San Martín de Los Andes, las que llegan a Primeros Pinos y Laguna Blanca, se construyeron los primeros planes de viviendas importantes en Junín de Los Andes, el hotel del ISSN en San Martín de Los Andes, se amplió el Sol de Los Andes en San Martín de Los Andes y las cabañas de turismo en La Angostura entre otras obras relevantes.
Además se podía viajar en automóvil hasta Buenos Aires sin miedo de asalto, por buenos caminos y rutas construidos y mantenidos con recursos de créditos de empresas y organismos extranjeros, disfrutar del ferrocarril que también se conservaba en excelente estado.
En esta provincia neuquina se asentaban cinco familias por día atraídas por el empleo y los beneficios sociales, la vivienda digna, iluminación, calles, salud, cloacas, agua potable. Desde Neuquén Capital a Villa La Angostura se crecía sin cesar invirtiendo inteligentemente las divisas gestionadas en el exterior
Como si fuera poco festejamos la llegada de la democracia, quien nos pararía ahora, me dije, el diario Río Negro previo a las elecciones donde triunfó el Dr. Raúl Alfonsin, publicó en dos ediciones de la revista de los domingos un reportaje de ficción -obviamente - que hice a Juan Bautista Alberdi donde ponía de manifiesto mi entusiasmo por la esperanza que insinuaba la recuperación de la república.
Tanta bonanza fue desvaneciéndose de a poco, paulatinamente en Neuquén se dejó de invertir, nunca más viviendas dignas, salud, escuelas, caminos sino todo lo contrario, los establecimientos docentes y hospitales apenas se mantienen, la rutas y caminos van siendo comidos por el viento, el 70% de la red vial de ripio allí quedó, el Hotel Sol de los Andes dejó de ser, desde los noventa inclusive hasta el presente ninguna obra relevante se realizó en Neuquén y lo que se había hecho se perdió o soporta sin mantenimiento.
Desde el comienzo de los gobiernos civiles malas administraciones del dinero provenientes de créditos, impuestos y regalías nos han colocado en una situación desafortunada no obstante que en los últimos diez años el país tuvo los mayores ingresos de toda su historia, crecimiento a tasas chinas, sin que se haya explicado que se hizo con tanto dinero que superó largamente la deuda externa contraída hasta los primeros años de los ochenta y que hoy tiene al pueblo viviendo en la pobreza, con una inflación del 40% anual, con recesión, y ya no se puede viajar en ferrocarril que es tristeza en la memoria, ni tranquilo a Buenos Aires por la inseguridad que se ha instalado para quedarse.
En suma, la deuda externa contraída hasta los ochenta la vi invertirse en viviendas, caminos, cloacas, trabajo genuino, seguridad, y fue suplantada con carteles en medio del desierto o campos inundados que afirman "Aquí también el país crece", que uno los mira con una pizca de tristeza y nostalgia mientras se pregunta donde habrán ido a parar los ingentes recursos obtenidos por el país en los últimos 30 años.
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