En el programa “Hora Clave” del 18/10/2014, que dirige el profesor y periodista Mariano Grondona, el periodista Andrés Openheimer - ganador del premio Pullitzer - presentó su ultimo libro “Crear o Morir”, donde pone de manifiesto la relevancia que tiene para cualquier país, especialmente para Argentina y todo Latinoamérica, los individuos innovadores, aptos, capaces, idóneos, en cada área de la sociedad para general el desarrollo positivo que requieren las naciones para lograr el bienestar de sus pueblos y la transformación de los recursos en riqueza.

Lo expuesto por el escritor es contrario a la práctica consuetudinaria en Argentina donde se posterga a los creadores, capaces, aptos, idóneos, brillantes por los mediocres amigos y parientes que dirigen al país y asumiendo tal rol nos han llevado al punto de pobreza y postración que nos hemos merecido por torpes al elegir a candidatos carentes de la grandeza para abrir las puertas del poder y las decisiones a los mejores.

El periodista en su obra afirma justamente que hay que glorificar al innovador, al mejor y más creativo, al que posee la ansiedad del trabajo duro novedoso, que beneficia generosamente con su talento, capacidad y esfuerzo a todos sus conciudadanos.

Además señala con agudeza la importancia del fracaso cuando se insiste hasta lograr el éxito pretendido dando como ejemplo el caso del Ford T al que su creador, Henry Ford, llega luego de fracasar con todo el alfabeto comenzando desde el prototipo A sigue con el B,C, etc, hasta que logra su objetivo cuando llega al modelo T , o los mil ensayos de Thomas Alva Edison hasta conseguir la luz que nos alumbra, y así infinidad de casos que demuestran que el fracaso lejos de hacernos bajar los brazos son las estaciones que preceden al éxito cuando el trabajo es realizado por un creador capaz y no por el amigo de toda la vida que ignora la trascendencia de la insistencia sostenida en un talentoso obstinado y complice de la labor rigurosa.

En nuestro país, desde siempre los individuos innovadores e idóneos en cada actividad son obviados y los cargos de poder, aquellos cuyos titulares tornan las decisiones relevantes para el funcionamiento del país o la provincia, esto es los que ejercen efectivamente las funciones de gobierno, son ocupados por los “leales”, sin que tenga importancia la capacidad creativa, la aptitud técnica, el apego por el trabajo, o la observancia de valores como la honestidad, la decencia, o el honor.

Es hora de cambiar, de reemplazar amigos y parientes sin idoneidad. ideas ni valores. por personas creadoras capaces, amigas del trabajo duro, sostenido e innovador, entendiendo que no hay alternativa, que es una decisión innegociable, única, para restaurar un país que clama por los mejores para no morir.