La Cámara en lo Contencioso Administrativo de Tucumán, que recibió la denuncia del diputado José Cano por las irregularidades en la elección provincial, determinó que los comicios deben anularse y ordenó que se vuelvan a votar todos los cargos provinciales y municipales. La sentencia da 48 horas para que se presente una posible apelación.
Sobre lo expuesto precedentemente el periodista Marcelo Helfgot, en nota del diario La Nación titulada “El compendio de todas las trampas” dice: “Urnas quemadas, abiertas, con doble faja y 'embarazadas' de votos de dudosa procedencia. Misteriosa desaparición de los videos que debían vigilarlas. Sospechas sobre el acarreo por parte del Correo oficial. Planillas con votos cambiados durante el escrutinio provisorio. Reparto de bolsas con comida y electrodomésticos antes de los comicios. Más dudas, protestas y represión policial el día después... Si el fallo de ayer marca un punto de inflexión para la historia política argentina es porque en Tucumán se acoplaron todas las trampas juntas. La combustión que provocó tamaña fusión de trapisondas puso en jaque a las metodologías electorales que estaban ya naturalizadas, pese a sus ya probadas falencias, mucho antes de que un tribunal dictara la nulidad de una votación con miles de participantes por primera vez desde 1983”.
Seguramente el fallo será apelado por el oficialismo y acabará de una u otra manera en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, mas la decisión de tribunal Tucumano es una maravillosa corriente de aire fresco que le devuelve al hombre común una pizca de credibilidad en la justicia toda, en tanto reivindicando la vigencia plena de las instituciones le puso un fuerte y justo límite al fraude electoral que pretendía burlarse arteramente de la voluntad popular.
La valentía de los jueces tucumanos debe ser resaltada pues hicieron gala de la independencia que guían sus decisiones enfrentándose a la mismísima Sra. Presidenta de la Nación que había pedido el reconocimiento del triunfo del candidato oficialista en su última cadena nacional.
Definitivamente resoluciones como la expuesta otorgan al pueblo la esperanza de retomar la senda de la plenitud institucional, es una acción auspiciosa que alienta la intención republicana que manda el art 1º de la Constitución Nacional. |