Luego de 12 años de gobierno donde se dieron todas las posibilidades de crecer y lograr el bienestar general el kirchnerismo dejó tierra arrasada, abrió las puertas del país a la droga, la trata y el crimen organizado, la inseguridad se hizo dueña de cada rincón del país, la salud fue un bien sólo para quien pudiera pagarla y la educación se derrumbó al punto que los pocos jóvenes que logran egresar de un establecimiento de enseñanza media no entienden lo que leen.

En el orden internacional se buscó como aliados a Venezuela, China e Irán repudiando cualquier vínculo con los EE.UU. de Norteamérica y cualquier país desarrollado de Europa desalentando inversiones de valía y regalando porciones de territorio soberano a países como China que instaló una base en Neuquén cuyos fines se ignoran y donde los ciudadanos argentinos no tienen acceso.

Además de la droga y la trata, el juego se instaló beneficiando a amigos entrañables del modelo destruyendo la salud de la población de grandes y pequeñas ciudades que se hicieron adictos irredimibles, ya que de la ludopatía no se vuelve.

Los funcionarios de régimen, que culminó en un autoritarismo populista se enriquecieron impunemente y quizás, si la justicia decide despertar de su letargo, culminen en la cárcel por los delitos más variados.

Milagrosamente en las elecciones con el triunfo de un fuerza política de vocación republicana pensé que tendríamos una oportunidad y lo sigo creyendo aunque la oposición está colocando al gobierno entre las cuerdas y ya se empapela la CABA anunciando el derrocamiento de Macri acusándole como lo hace Alejandro Bercovich en el reportaje realizado por el periodista Diego Penizzotto en el diario Río Negro en la pág. 8 del suplemento económico, de desarrollar una política de inversiones extranjeras que serán atraídas por los bajos salarios y la renta que ellos les asegura, fulminando las alianzas con los países hegemónicos que arteramente se aprovecharán de estados subalternos como Argentina y que se ratificará con la visita del presidente Obama para quien Argentina con Macri se ha convertido para EE.UU y Europa Occidental en "...una bendición a los fines de atacar esa rebeldía de América Latina".

Realmente el léxico setentista del economista es lamentable así como su convicción populista gracias a la cual logramos estar primeros en cualquier estadística de pobreza.

Ruego que esta concepción que guió los pasos de la ruina kirchnerista que cuenta además con el apoyo de gran parte del sindicalismo, que ya anuncia un paro con los tapones de punta, no encuentre eco en la población que procura paz, trabajo y justicia para que la esperanza repúblicana no se frustre.