En los últimos días hemos visto por parte de funcionarios del oficialismo la entrega gratuita de bicicletas, heladeras, zapatillas, mates e incluso dinero con el fin de torcer la voluntad de los electores procurando que los mismos en noviembre voten por el FdT.
En Argentina la dádiva es considerada una falta ética, pero no es un delito como sí ocurre en países como México que aplica severas condenas a aquellos que se involucren en este tipo de actos.
El Estado está fundido y la sociedad no da más, el reparto de planes, subsidios, bonos, créditos y otras dadivas alcanzó su límite. Más gasto resultó en mayor inflación, menos votos y un nivel abrumador de expectativas negativas (ver laprensa.com.ar).
Es necesario tener presente que este gobierno nos causó daños materiales, psíquicos y morales de enorme envergadura que sin duda llevará mucho tiempo poder revertir.
Comercios cerrados para siempre, fábricas de primera línea que se fueron del país, como también lo hicieron jóvenes brillantes.
Lo narrado y padecido no debe ser olvidado. Por la pobreza que se padece en este desafortunado país, la falta de empleo, el hambre, los más de 100.000 muertos víctimas de un capricho ideológico que rechazó las vacunas que hubieran podido salvar a un gran porcentaje de los que fallecieron, el pueblo argentino deberá en las próximas elecciones cachetear con el doble de fuerza a los responsables de tanto sufrimiento. |