En febrero de 2002 el 5to presidente en menos de 2 semanas pesificó los depósitos en dólares y así en un instante voló ¾ del valor de los ahorros, allí empezó el 1er gran éxodo de la historia reciente de Argentina, si bien algunos volvieron rápidamente en un período que todavía no llega a los 20 años una inflación que supera el 50%, la moneda que ha dejado de existir, sin trabajo, hoy es la 2da migración histórica que esta vez supera a la del año 2002, el éxodo abarca a prácticamente la totalidad de los jóvenes más brillantes de la Argentina, herida que no podrá cerrarse sin un cambio serio, gobernantes que honren la democracia republicana, abandonando el autoritarismo totalitario que nos destruyó.
Por 1era vez debo admitir que los que se han ido ya no volverán, como tampoco lo harán las fábricas, empresas, la mejor juventud formada en esta nación generosa.
La paz que en mi juventud pude disfrutar hoy es puro miedo, pánico de ser asaltado, asesinado por los delincuentes que el gobierno liberó de las cárceles con excusas absurdas, esto se transformó en un caos, en una invitación a huir a donde sea, desde Brasil y Paraguay hasta Israel, España y EE. UU. cualquier destino aparece mejor que la miseria, el estrés y el hambre a tal punto que familias enteras venden todo para tomar como residencia el lugar que les ofrezca previsibilidad, estabilidad, criar a sus hijos con esa paz que mandatarios infieles hicieron trizas sin pudor, dolosamente.
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