El periodista Roger Cohen afirmó en el artículo titulado «No llores por mí Argentina» publicado por el NY Times que «… la Argentina era hace -un siglo- más rica que Suecia, Francia, Austria, Italia y Japón. Vasta y vacía con las tierras más fértiles del mundo en la pampa, los inmigrantes europeos [aquellos que llegaron en los barcos] creían que el país tenía la potencia de EE.UU. Cohen cita a un politólogo de la Amhert Collegue, Javier Corrales, quien explica que la Argentina es un caso único de un país que completó la transición al subdesarrollo, el periodista, quien escribió la nota desde Ushuaia, Tierra del Fuego, plantea que -en términos psicológicos- la Argentina es «el niño entre las naciones que nunca crecieron». «La responsabilidad no fue lo suyo. ¿Por qué habría de serlo? Había tanto para saquear, tanta riqueza en granos y ganado, que instituciones sólidas y leyes -sin mencionar un sistema de impuestos que funcione- parecían una pérdida de tiempo».
Lo expuesto sustenta la afirmación de Juan Bautista Alberdi quien advertía «La riqueza no esta en el suelo, está en el hombre. Nace del trabajo y deja de existir donde el trabajo falta porque es innecesario. La tierra que da de vivir sin trabajar produce ociosos y haraganes a la par que alimentos espontáneos. La tierra pobre forma hombres ricos, la tierra rica hace hombres pobres. Argentina funda todo su orgullo y su esperanza de grandes destinos en lo fértil de su suelo y hermoso de su clima. Es su grande error el tomar como ventaja lo que es un escollo. Ella no tiene mayor enemigo que su clima hermoso. La historia muestra que los países son cultivados no según que son fértiles, sino según que son libres, y no son libres sino según son áridos y pobres. El suelo pobre hace al hombre fuerte, porque su pobreza obliga al hombre a ser el hijo de sus esfuerzos y de sus obras.» (Juan Bautista Alberdi, «Obras Selectas»).
Además, Alberdi sostenía que gobernar es poblar, que la única manera de lograr el éxito en esta nación desértica y solitaria era poblándola con hombres y mujeres amantes del trabajo y la libertad.
Con la llegada de los inmigrantes que bajaron de los barcos el país comenzó a crecer de manera exponencial, a tal punto que, como expresó el periodista Roger Cohen, Argentina era una nación rica con un futuro de desarrollo sin techo, sin límites, lamentablemente, hoy ello no es así, no solo los jóvenes sino familias enteras emigran a otros países por diversos motivos que van desde la falta de seguridad brutal hasta una inflación que transformaron a este país que presagiaba contar con un futuro exitoso en una nación invivible.
En la Argentina va desapareciendo con rapidez la familia como la institución base de la sociedad donde nacían, crecían y contenían a sus integrantes ya que la emigración mencionada anteriormente se ha tornado incontenible la inseguridad ha sido sin duda el 1er factor que provocó el éxodo poblacional desde La Matanza hasta Rosario la gente se encierra en sus casas ornamentadas con cámaras de seguridad, alarmas, rejas, seguridad privada, perros, a fin de tratar de evitar ser victima de la violencia diaria que implica el asalto brutal en las calles, con el único fin de robar un celular aunque ello al otro le cueste la vida o entrar en las casas de ancianos que son torturados hasta que logran que les informen donde guardan la magra jubilación mínima que acaban de cobrar o la inquietud porque los hijos salieron y no vuelven en el horario previsto.
Hace unos días en un reportaje televisivo el periodista encargado de la tarea entrevistó a varias familias que habían decidido irse para siempre de Argentina -su país natal- siendo que los dos motivos que sustentaron tal decisión fueron la inseguridad y la terrible inflación que ha llevado al país a ser el más castigado por este flagelo que sin moneda impide el desarrollo económico de la gente, la imposibilidad de ahorrar o alguna inversión, apareciendo unánime la queja por estar permanentemente pendiente del pasar de los hijos y nietos cuando salen del hogar.
Los lugares elegidos para el exilio son diversos, van desde la situación de Pablo oriundo de Vicuña Mackenna que tal como informa lavoz.com.ar dejó Córdoba para vivir en Australia ya que tomando tal decisión porque la situación del país no tiene futuro Pablo es contador publico y está sembrando y cosechando tomates en un campo de Melboure afirmando que trabaja 12 hs. diarias pero la diferencia económica es abismal hasta el sueño europeo de los que se van de jóvenes procurando la seguridad y el bienestar económico que su país no les brinda.
Este fenómeno de la emigración se ha consolidado y se extiende con rapidez a pesar del esfuerzo y sacrificio que implica el abandono de la patria, la familia, los amigos, los lugares.
En definitiva, la obsesión de Alberdi de que los gobiernos deben tener por prioridad poblar con seguridad y creando las condiciones que favorezcan la inversión y estabilidad económica no sea cumplido, hoy Argentina vive entre el miedo, la pobreza, el hambre, la miseria y la indigencia que afecta a más de la mitad del país y en seguridad se pone de manifiesto cotidianamente con brutales ataques a personas, viviendas y bienes por individuos, habitualmente menores de edad, que se han acostumbrado a asesinar a sus víctimas.
El gobierno no adopta ninguna medida para detener el flagelo de la inseguridad y la desesperación de no llegar a fin de mes por la falta de trabajo o por salarios de hambre en tal sentido un capitán de cualquier fuerza armada debe vivir con el equivalente a dos salarios mínimos o como informa el diario Río Negro los médicos están migrando de la provincia por los bajos sueldos y en busca de condiciones laborales dignas.
Todo lo dicho quiere destacar la necesidad de un cambio sustancial en las políticas del gobierno que procuren detener la emigración ya que hoy los argentinos dejan el país para siempre en aviones abarrotados apareciendo oportuno para aquellos que deciden dejar la Patria que ello no es gratis como en su momento lo puso de manifiesto Dante Alighieri, en la «La Divina Comedia», «tú abandonarás todas las cosas que entrañablemente amas, es éste el primer dardo que lanza el arco del destierro. Tú probarás cuán amargo es el pan ajeno, y cuán duro el camino que conduce a subir y bajar la escalera de otros». |