Luego de una serie de malos gobiernos que duraron demasiado tiempo hoy nos encontramos en una situación altamente comprometida al punto que aún ganando un buen sueldo contratado en blanco los trabajadores no llegan a fin de mes, esto es no tienen las necesidades básicas satisfechas, las familias viven en una extrema pobreza y el próximo gobierno se topará con una situación de graves dificultades en educación, alimentación, tributos que los ciudadanos pagarán algunos y postergaran la mayoría.
La salud ya carece del elemento humano, médicos y enfermeras, que buscan un mejor futuro acorde a la excelencia de sus antecedentes y logros relevantes, cobrando en su país remuneraciones ridículas, escasas que alientan el éxodo masivo de jóvenes brillantes que arrastran a la familia que no soporta el quiebre tal como con fecha 21/5/2023 lo destaca el lector Alfredo Mansur en el diario Clarín señalando que su hijo mayor es Ingeniero de Telecomunicaciones «el dolor es inmenso y la angustia por la separación es mucha. Pero lo mío más que dolor es bronca con quienes hace 70 años vienen destruyendo el país… En esta diáspora que duele y me entristece, me queda mi hija… casada con un ingeniero industrial que me regalaron tres hermosos nietos… por un lado quiero que se vayan, la inseguridad y la falta de porvenir no me dejan dormir. Por otro lado, los quiero tener cerca y poder verlos felices».
Excelente carta y también el comentario del editor César Dossi, «Erase una vez… la Argentina». La dolorosa perdida de población, del elemento humano preparado para hacer de Argentina el gran país que ya lo fue en el pasado, tengo la esperanza que volverá a ser, creando las condiciones que marcaba Alberdi: «Para poblar el desierto son necesarias dos cosas capitales: asegurar el bienestar de los que en el penetren: la libertad a la puerta y la libertad adentro. Si abrís las puertas y hostilizáis dentro, tendréis prisioneros no pobladores; cazaréis unos cuantos, pero se irán los demás. El desierto quedará vencedor en lugar de vencido. Hoy es harto abundante el mundo en lugares propicios, nadie quiere encarcelarse por necesidad, y mucho menos por gusto.» (Obras selectas). |