Ayer miércoles 18 de octubre de 2023 , vi al cierre de campaña de Javier Milei y no puedo creer aún los graves y gruesos insultos que volcó en su disertación que si bien son habituales en sus presentaciones en cualquier ámbito esta vez quebró todos sus límites poniendo de manifiesto algo más que un exceso emocional sus agravios, cantando que se vayan todos, sus golpes en el pecho daban una imagen incompatible con la pretensión del libertario de acceder a la Presidencia de la Nación, fue un comportamiento violento, incomprensible, más aún en circunstancias que por la mala situación del país se requiere, se exige del primer magistrado prudencia, calma, tolerancia, sabiduría, sentido común, que aleje el fantasma del salto al vacío, y que finalmente la esperanza que el pueblo tiene de acabar con los disparates de este gobierno que llega al fin de un régimen totalitario dejando acéfalo el ejercicio del mandato con un presidente abrazando a Putin y una vicepresidente que ignoramos permanentemente su paradero, se concrete.

Además, asusta que los insultos, términos soeces, el enojo que salta furioso ante cualquier pensamiento contrario a sus ideas sea naturalizado por sus seguidores que consideran que se transformaran de la noche a la mañana en individuos ricos en dólares - ayer sus colaboradores repartían billetes de un dólar entre sus fanáticos, es decir una manera de comprar el voto.

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