La «Ley de Ética en el ejercicio de la función pública» pone de especial relevancia la necesidad de que los funcionarios públicos deben desempeñarse con la estricta observancia y respeto de los principios y pautas éticas establecidas en la norma, que exige una conducta honesta, proba, recta, de buena fe y austeridad republicana.

Así las cosas, en distintos medios se difundió la imputación por la fiscalía de diferentes hechos de violencia doméstica y de género que vulnerarían lo normado en la ley 25.888 en virtud de los cuales resultaría que el expresidente Alberto Fernández no se habría comportado, en el desempeño de su cargo, respetando una conducta indudablemente proba y ajustada a las normas de ética, al punto que en el día de la fecha 14/08/2024 quedó formalmente imputado por los delitos de lesiones leves y graves, doblemente agravadas y amenazas coactivas tal como lo sostuvo el fiscal de la causa Ramiro González luego de haber considerado los hechos afirmados por Fabiola Yáñez desde 2016, quien sostuvo firmemente haber sufrido distintos actos de violencia cuando comenzó su vínculo con el expresidente Fernández.

Los hechos que se le imputan configuran un cumulo de circunstancias agresivas como negación de la palabra, hostigamiento y frases instándola a abortar.

Así Alberto Fernández habría sujetado a Fabiola Yáñez causándole lesiones de relevancia como lo ocurrido en julio de 2021 cuando le habría propinado a su compañera un golpe de puño en el ojo.

Según la imputación en distintas oportunidades el Sr. Expresidente habría golpeado a su pareja, zamarreándola de los brazos, y aplicándole una patada en el vientre cuando Yáñez podría estar embarazada.

En resumen, el señor fiscal Ramiro González imputó al señor expresidente Alberto Fernández por gravísimos delitos vinculados con la violencia de género, esto es una golpiza continua incomprensible en el actuar doméstico del ex primer mandatario y en general de la gente decente.