En la noche del 13 de setiembre del 2012, ante la inacción de los representantes elegidos por el pueblo para que en su nombre se hicieran cargo de garantizar los derechos que la Constitución Nacional les reconoce, los ciudadanos resolvieron reclamar en forma directa, sin intermediarios, saliendo pacíficamente a la calle en las principales ciudades del país y exigir por seguridad, libertad, educación, justicia, igualdad, y todas y cada una de las prerrogativas que le son negadas obviando la ley y la Carta Magna.
Desde esa fecha el pueblo ha tomado conciencia de su fuerza y decidió que en situaciones de necesidad se movilizará para intentar quebrar el brazo a la imposición arbitraria.
En efecto en los distintos medios del día de la fecha - 26/09/2012 - se informa que ante la denuncia formulada por la Despachante de Aduanas Paula De Conto por maltrato que habría sufrido por parte de Secretario de Comercio, Guillermo Moreno y advirtiéndose previamente que aparecía impertinente que el conocimiento de la causa recayera en el juzgado del Dr. Oyarbide, concretándose la profecía preanunciada, espontáneamente un grupo relevante de personas se ubicó frente a la casa del juez protestando por aquella nominación y el resultado fue que el magistrado se apartó del trámite invocando "violencia moral".
El hecho narrado en el párrafo precedente marca la continuidad de la libre expresión del pueblo ante manifestaciones del poder arbitraria y desafiante y su franca disposición de pronunciarse en la calle pacíficamente, actuando la democracia en forma directa.
Ante el avasallamiento de los derechos que le asignan la Constitución Nacional y las leyes, el autoritarismo del Poder Ejecutivo y las omisiones de un Congreso remiso a asumir las responsabilidades del mandato que el pueblo le ha otorgado, la gente, los habitantes del país han decidido superar esta situación por sus propios medios.
Los gobernantes en cada uno de los distintos niveles de responsabilidad y conforme al rol que le corresponde no pueden hacer caso omiso a esta situación, que en la medida que se repita sin solución de continuidad puede desbordarse y salida de cauce generar hechos no queridos.
Por ello la necesidad de bajar varios cambios, de tomar conciencia que el hartazgo de la población llegó a limites que exige de todos aquellos con responsabilidades de poder asumir la firme decisión de olvidar la aventura de una nación de corte chavista, de retornar a la senda de la democracia republicana, de la austeridad, de la realización plena de los derechos y garantías previstos en la Ley Suprema, sin soberbia, con prudencia y espíritu de grandeza.
La imagen es de poderoso leviatán |