En la noche de 13 de marzo de 2013, en declaraciones televisivas Francisco Macri dijo que la designación del Cardenal Bergoglio como nuevo Papa era: "La noticia más importante de la historia argentina".
Tal afirmación aparece absolutamente ajustada y correcta en tanto asume la máxima responsabilidad de la Iglesia Católica un hombre cuyo perfil es manifiestamente austero, genuinamente interesado por los pobres, los niños y ancianos, que como el mismo ha dicho nunca se la creyó y jamás olvidó sus orígenes.
Amigo de las cosas simples, inteligente y humilde nos otorga a los argentinos abrumados por una agobiante realidad de restricciones, impedimentos y encerronas, castigados por el crimen y la miseria, desorientados ante una juventud que se nos escapa de las manos, atrapada entre la maldad, la droga, la ausencia de futuro, una enorme ilusión, que por contagio, por el ejemplo sin par de una figura honesta, simple y rigurosa, amiga de la solidaridad y el bienestar general acaben los privilegios de los poderosos, la soberbia, la impunidad , el hombre común encuentre su lugar y definitivamente se transforme el enfrentamiento entre hermanos en una unión indisoluble basada en el correcto vivir, en el reconocimiento del otro como el par que abrazamos para construir entre todos esa realidad nueva que nos llevará indefectiblemente a obviar la prédica demagógica e interesada y dediquemos nuestros mejores esfuerzos a construir una realidad alejada del modelo populista y autoritario, donde vuelva a tener vigencia la libertad y la igualdad.
Las virtudes personales del Papa Francisco son de tal magnitud y tienen tanta fuerza que rápidamente lo destacarán en el mundo y hará realidad su pretensión de esperanza y fraternidad de manera muy especial en esta Patria Argentina,
En el diario La Nación on Line del 14/03/13 acabo de leer "El director de Poliarquía”, Fabián Perechodnik, en declaraciones a LA NACION, no duda: "La elección de Francisco cambia el escenario en la política argentina. El país ahora va a tener dos líderes indiscutidos. Cristina Kirchner es la conductora del oficialismo, es la presidenta y la jefa de Estado. Jorge Bergoglio es el jefe de otro Estado, el Vaticano, y líder espiritual de 1.200 millones de personas, entre los cuales hay millones de argentinos. Ellos ya no están en un plano de igualdad".
En suma todo los hombres del mundo y en especial los argentinos tienen hoy un líder austero, probo, inteligente, generoso y solidario de jerarquía superior a cualquier otro, que predicando con el ejemplo nos mostrará el camino a seguir para escapar del gris y el sometimiento y alcanzar los beneficios de la plena libertad. |