Juan Carlos Parodi nació en la Argentina en 1942 y es conocido mundialmente por haber desarrollado la técnica endovascular para operar el aneurisma de aorta abdominal.
Parodi estudió Medicina en la Universidad del Salvador e hizo un posgrado en la Universidad de Illinois (Chicago, Estados Unidos). Es profesor honorario de la Universidad de Buenos Aires (UBA), residente y jefe de residentes de Clínica Quirúrgica en la UBA y en la Cleveland Clinic Foundation, y profesor invitado y doctor honoris causa en universidades de todo el mundo.
El doctor Parodi desarrolló el método mínimamente invasivo para el tratamiento de los aneurismas, trauma y disecciones de aorta, método que revoluciono el tratamiento de esas afecciones en el mundo, y el método de protección cerebral durante la angioplastía carotídea basado en el flujo revertido.
Recibió premios nacionales e internacionales, como el Konex, el premio a la Innovación del American College of Surgeons, a la Excelencia de la International Society for Vascular Specialists y a la la Mejor Invención de la Universidad de Erasmo de Rotterdam (Ver La Nación del 20/05/2014)
Ahora bien en una entrevista televisiva reciente el Dr Parodi cuenta que en el año 80 fue llamado para atender a un sacerdote que tenía una gangrena de vesícula, patología que es altamente mortal, realizó su trabajo con éxito, se negó a percibir honorarios, aceptó un libro que le dedicó el cura que atendió y que mucho tiempo después se enteró que era Bergoglio, el Papa Francisco.
Interrogado por su entrevistador acerca del motivo por el cual no desarrolló su habilidad en la Argentina el médico se encargó en remarcar que se presentó en infinidad de concursos en este, su país,y que perdió todos, que habitualmente salía último y ante la incredulidad del periodista, el Dr Parodi destacó que jamás fue un profesional que utilizara contactos, amigos, el acomodo en suma para acceder a un cargo o empleo, que la única herramienta que siempre esgrimió para desarrollar su carrera fue su idoneidad, esto es - digo yo - el talento técnico y la calidad personal excepcional, de quien acaba de ser designado entre los 100 mejores cirujanos del siglo XX en todo el mundo.
Para muestra basta un botón y la postergación de este profesional de excelencia y mejor persona que debió migrar para realizar plenamente sus virtudes sucede todos los días y en cualquier actividad a cargo del Estado donde invariablemente la idoneidad y la observancia de valores como la honestidad, el honor, la decencia son invariablemente postergados privilegiando a familiares, amigos, y referentes del poder, carentes de mérito alguno, detestable comportamiento que ha llevado al país más rico del mundo a la postración absoluta que se intensificará en la medida que tal comportamiento acomodaticio se mantenga. |